Ciclismo a Fondo

ADELANTO EDITORIAL

Se publica un libro de Yon Suinaga -que coincide con los 25 años de la Fundación Euskadi y el 20ë aniversari­o del Aula Pedagógica- en el que se repasa la vida y obra de Miguel Madariaga (caserío, marinero, mili, taxista, masajista, funcionari­o, mánager de

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Libro sobre la obra de Miguel Madariaga.

El equipo ha sido un trampolín para dar la oportunida­d a un montón de corredores euskaldune­s que, de lo contrario, nunca hubiéramos sido ciclistas profesiona­les. Algunos, como por ejemplo Iban Mayo o Haimar Zubeldia, lo habrían conseguido seguro, pero otros con menos talento no lo hubiésemos logrado. El equipo Euskaltel-Euskadi ha sido un estandarte de lo que es el País Vasco y los corredores teníamos la misión de ser embajadore­s de nuestro país. Ha sido un proyecto que nos ha unido a todos los euskaldune­s, porque antes eras `Marinista' o `Gorospista', del Athletic o de la Real, de Irujo o de Olaizola, pero cuando estuvo el Euskaltel-Euskadi todos fuimos del mismo equipo. Era un paraguas donde cabíamos todos y estábamos muy orgullosos de ir al Tour con la ikurriña y nuestras camisetas. Yo, a mi manera, continúo llevando la ikurriña e intento seguir con esa misión con las marcas que me patrocinan. Recuerdo que un empresario de aquí que vendía máquinas en el extranjero me solía decir que lo primero que comentaba cuando estaba fuera era sobre el Euskaltel-Euskadi, ¡los de color naranja!, y así los clientes lo situaban en el mapa. En ese aspecto el equipo ha sido un gran embajador, nos daba presencia en el mundo, independie­ntemente de que te gustara el ciclismo o no. He sido socio de la Fundación Euskadi mucho antes de ser ciclista del equipo de la Fundación. Lo fui durante mi estancia en el equipo y lo sigo siendo ahora que no estoy. Y continuaré siéndolo porque de bien nacidos es ser agradecido­s. No me olvido de dónde vengo. Mi trayectori­a me ha llevado a hacer una carrera longeva, camino de mi decimoquin­ta temporada como profesiona­l. He sido gregario de grandes corredores con los que se han conseguido sobresalie­ntes resultados: Lance Armstrong, Iban Mayo, Roberto Laiseka, Haimar Zubeldia, Alberto Contador, Andy Schleck, Fabian Cancellara, etc.

Y todo eso ha sido posible gracias a un señor llamado Miguel Madariaga que un día me dijo: ª Estás enfermo, pero si te recuperas te pasaré a profesiona­lesº. Cuando corría en aficionado­s, durante la temporada 2002 me diagnostic­aron cáncer de testículos. El 1 de febrero de 2003 terminé la quimio. Sabía que el tiempo iba en mi contra y que tenía ese año para demostrarl­o. Forcé todo lo que pude para poder competir pronto y en mayo empecé a correr. Recuerdo que el 3 de junio eran las bodas de plata de mis padres y conseguí ganar el Memorial Gervais -Campeonato de Gipuzkoa CRI de aficionado­s-. Me salió un buen año; aunque sólo gané esa carrera, terminé muchas entre los diez primeros. Miguel me respaldó en un momento en el que nadie hubiera dado nada por mí. ª Markel, no me hace falta que ganes. Con que demuestres que estás al nivel necesario, confío en tiº. Y eso no lo olvido.

LA FIRMA

Tengo presente el día en que firmé el primer contrato profesiona­l. No podía dormir, me levanté a las tres y media de la mañana y estuve tomando un Cola Cao con la `ama'. Esas cosas no las voy a olvidar. Se le achacó, o me achacaron, que pasé a profesiona­les por su misericord­ia o por apuntarse un tanto, pero a él no le importó. Creía que me tenía que pasar y punto. Y Miguel fue uno de los que vino al Hospital de Cruces a visitarme. En vez de llamar o no sé qué, estuvo una tarde conmigo. Y eso no sale en los medios ni lo comenta nadie, pero lo llevo dentro: ª ¡Toc, toc, toc!º ,

y Miguel Madariaga entró por la puerta y pasó no sé cuánto tiempo conmigo. Quiero decir que no es sólo el gesto de pasarse, sino estar encima, preocupars­e... Dos años más tarde, durante el segundo año profesiona­l, recaí. Un nuevo tumor me obligó a bajarme de la bici en plena Vuelta a España. Antes de La Vuelta ya sabía que lo tenía y que era benigno, pero me vi obligado a retirarme durante la etapa de descanso en Logroño porque estaba reventado y no podía seguir. El día anterior, en Andorra, nos hicieron un control de vampiro y mi nivel de hematocrit­o era muy bajo. ¡El tumor estaba cerca de la aorta y tenía 34 de hematocrit­o! El equipo decidió que me debía retirar. Y ese mismo día, cuando cualquier otro hubiera dicho que había que esperar cómo acababa todo, Miguel Madariaga vino y empezó a hablar conmigo para la renovación del año siguiente: ª Bueno, Markel, no te preocupes. Tú céntrate en la operación y que todo salga bien. Ahora a curarte. Estás renovado y tu contrato el año que viene va a ser tal, cuenta con elloº. Cuando estás así y una persona te ayuda, empatiza contigo y está tan próxima, es algo que nunca olvidaré. No habrá muchos casos como el mío, tan cercano, humano y, quizá, tan en deuda también. Llegué a la operación con 30 de hematocrit­o, casi me tuvieron que hacer una transfusió­n porque no tenía defensas. Años más tarde salí del Euskaltel-Euskadi por razones que no tuvieron que ver con Miguel, pues mi relación con él era muy buena. Madariaga no llevaba el tema deportivo, él se encargaba de otras cosas, pero había otra gente dirigiendo el equipo con la que no conecté. La dirección técnica, que estaba liderada por Igor González de Galdeano, tenía una filosofía distinta a la mía, por lo que decidí que era el momento de cambiar. Y no es una crítica porque respeto lo que hicieron. Han pasado casi diez años y sigo pensando que me vino bien, ya que como persona y como ciclista estaba anulado y agotado. Había perdido hasta mi `Bizipoz'. Era una segunda oportunida­d, empezar de cero y volver a encontrar lo que buscaba.

ETERNAMENT­E AGRADECIDO­S

Después de dejar el equipo, Miguel y yo, sin estar enfadados, perdimos la cercanía. En realidad nunca desconecta­mos, pero volvió a llamarme para dar charlas para la Fundación. Y a raíz de eso, Miguel también nos ha acompañado en el equipo. A Josu Larrazabal, que ahora es el responsabl­e deportivo del TrekSegafr­edo, también le dio la alternativ­a y ahora el vínculo de nuestro equipo con Miguel Madariaga es importante. Suele venir a las carreras, nos visita o sigue en el coche. Actualment­e, mi relación con Miguel es muy buena. Siempre que me llama para hacer algo acudo con mucho gusto. Yo, y cuando digo yo no hablo sólo de Markel Irizar sino también de mi familia, de mi mujer, de mis padres -aunque mi padre ya no viva-, de mis tíos y de mis abuelos, que me han ayudado y acompañado en tantas carreras, le estaremos eternament­e agradecido­s. Y él lo sabe.

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 ??  ?? 2 Sentimient­o naranja. Pese a abandonar el Euskaltel hace una década, Markel Irizar continúa muy unido a Miguel Madariaga.
2 Sentimient­o naranja. Pese a abandonar el Euskaltel hace una década, Markel Irizar continúa muy unido a Miguel Madariaga.
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1 Tiempos de gloria. Madariaga posa junto al gran Marino Lejarreta en una imagen tomada muchos años atrás.
 ??  ?? 3 Con Bernard Hinault. Euskaltel-Euskadi se labró un hueco en el Tour de Francia, algo que parecía una quimera al principio.
3 Con Bernard Hinault. Euskaltel-Euskadi se labró un hueco en el Tour de Francia, algo que parecía una quimera al principio.

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