Recuperando a Miguel
En los Tours victoriosos de Indurain, Francis Lafargue debía escoltarle desde que atravesaba las llegadas. El equipo sabía de la importancia de la recuperación en una prueba con tanta presión deportiva y mediática, y para ello se le dio carta blanca. "Miguel se sentía muy respaldado conmigo. Aquello me costaba muchas broncas de los periodistas que querían oírle y de quienes les alejaba, pero ganábamos tiempo de descanso". La jornada de Les Arcs en 1996 sería uno de sus momentos más complicados. Visto el estado en que llegó el campeón navarro -completamente vacío y apajarado- decidió encerrarle en la furgoneta del equipo y llevarlo al hotel sin dar opción a que los medios pudiesen preguntarle. "En TVE me pusieron a parir en el directo y a la noche en el hotel discutí acaloradamente con Pedro González, el presentador de la época. Tardamos semanas en olvidarlo". La paz llegaría de un modo bastante poco convencional, "comiendo juntos un plato de percebes durante la Clásica de San Sebastián", reconoce divertido.