El mundo de Cristian
¿Por qué la bici? Un tío mío es muy amante de la bicicleta y monta bastante. Eso llamó mi atención. Además, Juan Álvarez vive a 300 metros de mi casa. Por eso me apunté al club del pueblo con diez años.
¿Cómo es ser ciclista en Almería? El terreno es fantástico y el clima es muy bueno. Sin embargo, no hay cultura de bicicleta. Aunque existen marchas cicloturistas buenas, no hay pruebas de base y es muy complicado para los jóvenes engancharse a competir. El ciclismo de carretera está muy debilitado en el sur de España.
¿A quién le debes haber llegado donde estás? A mi familia y a todas las personas que me rodean. También a mi representante, Koldo Fernández de Larrea.
¿Cómo te ganarías la vida si no fueras ciclista? Difícil pregunta. No me he planteado ni qué seré después de ciclista.
¿Eras bueno estudiando? Era muy mediocre. Estudiaba por obligación, no me gustaba ninguna asignatura. Con todo, logré sacarme el Bachillerato.
¿Sigues el ciclismo cuando no compites? No. Cuando estoy en casa, desconecto totalmente del mundillo.
¿Con quién sueles entrenar? En Almería quedo con sub23 y máster a los que su trabajo les permite entrenar todos los días. Cuando me concentro en Sierra Nevada sí puedo juntarme con otros profesionales.
¿Cómo es Cristian Rodríguez como persona? Un tío responsable y respetuoso.
¿Cuál ha sido tu mejor momento encima de la bici? Cuando finalicé mi primer Giro d’Italia. Ha sido la experiencia más valiosa de mi vida profesional.
¿Y el peor? Este año en Volta a Catalunya, el frío me dejó tieso y lo pasé muy mal.
¿Practicas algún otro deporte? Hago natación en invierno y un poco de senderismo. Al fútbol no jugaba ni en el colegio: no me gusta nada, aunque a veces lo vea por la tele.
Una manía incurable. Soy muy madrugador. Mi novia dice que la cama me pincha. Por eso suelo compartir habitación con Antonio Molina, que también es de levantarse temprano.
¿Qué quieres conseguir antes de retirarte? Me gustaría acabar delante en la general de una gran vuelta. Sé que es muy difícil, pero me gustan mucho las carreras de tres semanas... y soñar es gratis.