Ciclismo a Fondo

ACERO Y RASTRALES

Testigo directo de la época dorada de Reynolds y Banesto, el vascofranc­és ayuda ahora a la expansión internacio­nal del Euskadi-Murias.

- Texto Lorenzo Ciprés

La trayectori­a de Francis Lafargue, un mítico, de la mano de Lorenzo Ciprés.

35 años han pasado desde la llegada de Francis Lafargue al ciclismo profesiona­l. José Miguel Echavarri contó con él en 1983 para su primera aventura en el Tour de Francia al mando del recordado Reynolds, momento calificado por muchos como clave en la historia de este deporte en España. Desde ese verano se perdieron muchos complejos adquiridos y se volvió a mirar a lo más alto de la prueba que marca la pauta. ª Mi papel no estaba muy claro -comenta durante su entrevista con Ciclismo a Fondo-. El equipo iba a la aventura y necesitaba alguien que hablase perfectame­nte francés y estuviese en las llegadas ayudando a los corredores. Iniciamos un camino que nunca imaginamos hasta donde llegaríaº. Si curioso fue su arranque, más lo fue el modo en que se desencaden­ó. ª José Miguel me lo ofreció en Vera de Bidasoa tras una etapa de la Vuelta al País Vasco. Estaba de espectador y al verme me dijo que pasara por el hotel. Salí de allí con una oferta para ir al Tour meses despuésº.

SILLINES DE CUERO

Francis Lafargue nació en 1955 en La Négresse, barrio residencia­l de Biarritz agrupado en torno a la estación de ferrocarri­l. Entró muy pronto en contacto con el ciclismo gracias a la pasión de su padre, ª que nos llevaba a multitud de carreras de la zona y del País Vasco al otro lado de la frontera. Recuerdo ver desde muy pequeño el Tour, la Vuelta, la Itzulia...º. Joseph Borthayre, un mecánico profesiona­l de su ciudad, tenía un taller por donde pasaba la mayoría de estrellas del pelotón a arreglar sus sillines de cuero Brooks, marca en la que era especialis­ta. Un jovencísim­o Francis pasaba las horas muertas escuchando historias sobre campeones de la época y conociendo a muchos en persona. ª Era fácil encontrarm­e allí a la hora de los deberes. Me hice corredor pero era muy malo, al menos permitía que otros ganasen gracias a mí -apunta con humor-. Tras la mili lo dejé y me dediqué al rugby, disciplina que también me dio muchos valoresº.

PERICO E INDURAIN

La oferta de Echavarri para colaborar con Reynolds en el Tour de 1983 llenó de felicidad a Francis, por entonces trabajador de la Seguridad Social gala. ª Empecé a colaborar con ellos a cambio de un maillot y dos tubulares. El martes siguiente a terminar estaba en mi oficina. Así fue cada año hasta que llegó Banesto y mi puesto se profesiona­lizóº. Durante ese tiempo se multiplicó en sus funciones, ayudando al equipo y a sus figuras, primero Arroyo y Delgado, y desde la década de los 90, Miguel Indurain. ª Estaba con los corredores en salida y meta y ayudaba como traductor cuando les requerían. Algún año también hice de segundo director. Acompañé con el coche a Gorospe el día de su victoria de 1986 en Saint-Étienneº. Los buenos resultados permitiero­n labrarse desde muy pronto la considerac­ión de todos, ª aunque con Perico vivimos momentos

muy complicado­s por el falso positivo. Luego llegó Miguel, que se ganó un respeto que todavía perdura gracias a sus cinco Tours y su manera de serº.

OTOÑO LABORAL EN MURIAS

Tras la época dorada de Indurain permaneció un decenio y medio ligado a la estructura como relaciones públicas. ª Banesto fue un lujo como patrocinad­orº. Al banco le seguirían Illes Balears y Caisse d'Epargne, ª pero al entrar Movistar no hubo lugar para mí. Ahí me di cuenta de que en el ciclismo, y en la vida laboral, a veces toca ser sólo un número. Por fortuna, BH y Carrefour me permitiero­n seguirº. En otoño de 2016 le llegó la propuesta de su actual equipo, Euskadi-Murias, para incorporar­se como responsabl­e de relaciones internacio­nales. ª Me gustó el proyecto. Era muy diferente a lo que había vivido, modestos pero cohesionad­os y con alma. Se ha conseguido un calendario muy coherente y el grupo ha funcionado­º. Con ellos espera finiquitar su periplo laboral cumpliendo un último deseo. ª Me gustaría que nos invitasen al Tour, un reto que culminaría mi paso por este deporte. Hace no demasiado comprendí lo mucho que me ha aportado y lo feliz que me ha hechoº , concluye risueño.

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 ??  ?? 1 Tour 1988. Reynolds celebra en los Campos Elíseos el triunfo de Pedro Delgado. Francis aparece el primero por la derecha junto a Indurain.2 Multitarea. La habilidad de nuestro protagonis­ta para las relaciones públicas y el trato con los medios de comunicaci­ón está fuera de toda duda.3 Guardaespa­ldas de Miguel Indurain. Una imagen reciente junto al campeonísi­mo navarro, de quien cuidó en multitud de pruebas en sus años de gloria. 4 Encicloped­ia del ciclismo. Francis Lafargue, que ahora colabora con EuskadiMur­ias, durante la charla con Lorenzo Ciprés.5 Salidas y llegadas. El recordado Pedro González conversa con Pedro Delgado en su presencia tras cruzar una línea de meta.
1 Tour 1988. Reynolds celebra en los Campos Elíseos el triunfo de Pedro Delgado. Francis aparece el primero por la derecha junto a Indurain.2 Multitarea. La habilidad de nuestro protagonis­ta para las relaciones públicas y el trato con los medios de comunicaci­ón está fuera de toda duda.3 Guardaespa­ldas de Miguel Indurain. Una imagen reciente junto al campeonísi­mo navarro, de quien cuidó en multitud de pruebas en sus años de gloria. 4 Encicloped­ia del ciclismo. Francis Lafargue, que ahora colabora con EuskadiMur­ias, durante la charla con Lorenzo Ciprés.5 Salidas y llegadas. El recordado Pedro González conversa con Pedro Delgado en su presencia tras cruzar una línea de meta.
 ??  ?? 6 Banesto le profesiona­lizó. Con sus chicos, Chava Jiménez, Santi Blanco y Abraham Olano, dos míticos como Zoetemelk e Hinault y el periodista Josu Garai.
6 Banesto le profesiona­lizó. Con sus chicos, Chava Jiménez, Santi Blanco y Abraham Olano, dos míticos como Zoetemelk e Hinault y el periodista Josu Garai.

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