MOTIVACIÓN
Os quiero acercar una historia cargada de momentos valiosos. La convivencia sobre un tándem da lugar a situaciones cargadas de emociones que hoy vamos a descubrir de la mano de Alejandro Lozano y Carlos González.
Alejandro, Carlos, Pablo y Aina comparten su afición por pedalear.
Carlos ya sabe lo que es enfundarse un maillot con el arcoíris en el pecho, tiene una experiencia máxima en este deporte. Alejandro, su piloto, descubre por primera vez las sensaciones de volar sobre el asfalto en una bicicleta biplaza. Gracias, pareja, por compartir tanto y sobre todo por enseñarnos que dos pedalean mejor que uno. CAF: ¿Cómo os conocisteis?
A: Yo soy bombero y Carlos envió un e-mail a la agrupación diciendo que buscaba un piloto para entrenar en la capital. Despertó mi curiosidad al instante. No tenía ni idea de lo que era un deportista de élite hasta que me puse a buscar su palmarés. Empecé a pensar que tal vez no tenía el nivel necesario para ser su piloto.
C: He estado cuatro años en Valladolid y uno en Alicante por temas de entrenamiento, y quería regresar a Madrid. Ahora, además de competir busco disfrutar; no quiero que los resultados sean el único motivo por el que pedalear. ¿Cómo comenzaste con la bici, Carlos? Tener déficit de visión y querer pedalear no es sencillo. C: Hace años mi visión era casi total y montaba, habitualmente, en el Parque de las Naciones de Madrid. La enfermedad que sufro, de retina, me hizo perder visión y eso me llevó a buscar una solución. Un día conocí a Félix García Casas y le pedí si podía salir en tándem con él. La sensación fue maravillosa. Acostumbrado al parque, poder salir a la carretera era algo que casi no me creía. Sentir las curvas, la velocidad... algo único. No conté nada en casa hasta que llegué para que no se preocuparan. Mis padres no me preguntaron por el riesgo, su cuestión fue otra: "¿Te ha gustado?". A: De Carlos me asombra ese arrojo, esa valentía. Siempre está dispuesto a todo, a probar. El día que pedaleamos juntos por primera vez le pregunté si se fiaba de alguien como yo al que no conocía de nada. Su respuesta fue contundente: "Si quiero disfrutar de mi pasión, debo arriesgar". Vaya guía con el que descubres el tándem, García Casas ni más ni menos. C: Después de pedalear con Félix supe que necesitaría un piloto para seguir experimentando esas sensaciones tan agradables. El piloto para mí es un ciclista que se compromete a estar conmigo para que pueda continuar disfrutando del ciclismo. Su compromiso ha de ser del 100%. Es un apoyo necesario para mí y la relación termina convirtiéndose irremediablemente en amistad. Sin él no podría salir ni del portal. Me encanta rodar por la calle Alcalá o Cibeles y eso es gracias a él. Alejandro, esa es una gran responsabilidad... A: Sin duda, soy consciente. Pedalear por las calles de Madrid supone un elevado estrés. Voy pendiente de todo: semáforos, coches, sacar el pie del pedal con antelación, etc. Si algo sucede no me caigo yo; lo hacemos los dos. Carlos confía al máximo en mí. Este es un proyecto enorme a nivel personal y además pudiendo ayudar a alguien. Yo le doy los ojos y él pone la potencia. Un día Carlos me dijo que el ciclismo en tándem es el deporte más solidario que existe. Ser los ojos de alguien y describirle los paisajes que atravesamos es una sensación única. C: Tengo una confianza máxima en Alejandro. Si me dice curva a tope, voy a muerte con él. Lo que más cuesta es arrancar, hay gente que no ha conseguido ni salir del portal. La compenetración, sobre todo cuando nos ponemos sobre pedales, ha de ser total. Por otro lado, no quiero pensar en los coches o no saldría de casa. Hay que convivir. Muchos respetan y otros te pasan rozando. ¿Cómo son vuestros entrenamientos? C: Hago gimnasio tres o cuatro días a la semana, con entrenador personal. Tengo rodillo inteligente en casa. Proyecto en tamaño gigante los datos para seguir los entrenamientos y diferentes señales acústicas me ayudan. He llegado a entrenar tres horas en rodillo. A: Cada semana salimos juntos un mínimo de dos días y un máximo de tres. Cuando se acerquen las citas importantes, rodaremos más. También necesito pedalear en solitario y alcanzar un buen nivel; quiero estar a su altura. ¿Qué objetivos cercanos tenéis? C: Vamos a preparar el Campeonato de España y después empezar a sumar poco a poco. En un futuro me gustaría trasladar mi experiencia a otros ciclistas invidentes que comienzan en esto. Por tener poca visión no te tienes que quedar en casa encerrado. A: Un día le dije a Carlos que por ser su piloto quería gloria (risas) Subir a uno de esos podios que ha pisado y estar allí con él. Ya me ha advertido que para eso hace falta mucho esfuerzo y en ello estamos. ¿Qué os ha dado el tándem? C: Amigos, conocer lugares por todo el mundo que de otra manera jamás habría visitado. Me hace ser disciplinado y sacrificarme diariamente, algo válido para otros aspectos de la vida. A: Me ha permitido volver a tener un proyecto ilusionante por delante. Poder competir, que me encanta, y además aprendiendo mucho de alguien como Carlos.