TOUR DOWN UNDER
Willunga Hill impuso su ley. Richie Porte volvió a mandar en la cima por excelencia del Tour Down Under y Daryl Impey repitió como ganador absoluto, primero que lo logra en 21 ediciones. Luis León Sánchez se quedó a las puertas de un merecido podio.
Daryl Impey revalidó su corona; Luis León Sánchez, cuarto.
La temporada 2019 ya está en marcha y el World Tour alzó el telón con la 21ã edición del Tour Down Under australiano, donde comprobamos que había mucha hambre de competición. Ganas de volver a ponerse un dorsal y desafiar las temperaturas rondando los 40 grados que reinan en el verano austral. Se comentaba que la carrera tendría más días selectivos y menos volatas, aunque la realidad no sería tan contundente. Ciertamente las siete vueltas a un circuito repechero con meta en Uraidla de la tercera jornada provocaron más selección en el grupo delantero y la mayoría de los hombres rápidos quedaron cortados, pero no marcó diferencias entre los favoritos a terminar vestidos de naranja. Ni tampoco las hubo en la cuarta, en la que se ascendía el Corkscrew a menos de 6 km de la meta en Campbelltown. Eso sí, redujo el grupo de aspirantes a una veintena a la espera de que la doble pasada por Willunga Hill dictara la sentencia definitiva.
LA SEXTA NO FUE SUFICIENTE
Y esa sentencia fue favorable al mismo que se coronó vencedor el año pasado, el sudafricano del Mitchelton-Scott Daryl Impey, que subió muchos enteros en las apuestas al imponerse en Campbelltown, donde se situó en la segunda plaza de la general a siete segundos de Bevin. La caída del neozelandés en la montonera del penúltimo día, que le hizo tomar la salida de la decisiva etapa muy tocado, le colocó como líder virtual desde el momento en que Bevin se descolgó en la primera ascensión. Impey fue inteligente
y dejó que otros como Poels o Porte tomaran la iniciativa, calculando bien sus fuerzas para conseguir incluso entrar en el mismo tiempo que ellos. Richie Porte volvió a imponerse en Willunga, su primer triunfo con el maillot del Trek-Segafredo y nada menos que la sexta victoria consecutiva en la jornada reina de la ronda australiana, pero esta vez tampoco le valió para acompañarla con el premio gordo, que fue para Impey, 13 segundos mejor en el cómputo total. El tercer puesto, a 17'', fue para el otro que se exhibió en Willunga Hill, Wout Poels (Team Sky), que sacó del podio en el último momento a Luis León Sánchez. Las victorias se vendieron muy caras y nadie repitió parcial. Cada etapa tuvo distinto ganador, empezando por el pichichi de 2018, Elia Viviani (Deceuninck). La nómina de sprinters que apostaron por debutar en Australia fue lo suficientemente extensa como para que se vivieran vibrantes volatas. En el caso de la que abría la tanda, disputada en Port Adelaida, estuvo precedida por la aventura de Patrick Bevin (CCC), Michael Storer (Sunweb) y Jason Lea (UniSA). El control del pelotón abortó la intentona cuando restaban casi 40 km, lo que desembocó en una larga lucha entre los diferentes trenos que, cosas del ciclismo, no dejó la puerta abierta a un sprint claro, sino todo lo contrario. Ewan y Sagan fueron víctimas del caos y tampoco parecía el día del campeón de Italia, que mal colocado se la jugó para colarse pegado a las vallas. De repente apareció en la estela de Max
Walscheid con el tiempo justo de quitarle las pegatinas al alemán y sumar la primera diana de 2019. Lo explicaba así. ª Con viento de cara lanzar la llegada demasiado pronto es suicidarse. Si no hubiera habido espacio para pasar no lo habría intentado; no estoy locoº.
ZARPAZO DE BEVIN
Sólo le valió para cambiar una jornada el tricolor por el naranja de líder, puesto que el final picando hacia arriba lo aprovechó el neozelandés Patrick Bevin para darle la primera alegría al nuevo CCC Team y reclamar galones en este tipo de pruebas que le van como anillo al dedo. Artyom Zakharov (Astana), Jason Lea (UniSA) -que repetía fuga para consolidar el jersey de la montaña que mantendría hasta el final- y Jaime Castrillo (Movistar) fueron los primeros aventureros, a los que tomaron el relevo Manuel Boaro (Astana) y Matthieu Ladagnous (Groupama-FDJ), para sucumbir a 25 km del final. LottoSoudal para Ewan, Bora-Hansgrohe para Sagan, Bahrain-Merida para Bauhaus y Sunweb para Walscheid tomaron el control hasta que una montonera volvió a complicar la volata. Del revuelo y la inclinación ascendente del final en Angaston intentó aprovecharse Luis León Sánchez, que enseñó por primera vez sus garras, pero Bevin se empeñó en sacarle jugo a los cinco segundos de bonificación obtenidos el día anterior y remachó la maniobra de Luisle para imponerse al más puro estilo Gerrans. ª Cuando dispongo de buenas piernas puedo jugar mis cartas en finales asíº , explicaba Bevin, que pasó a comandar la prueba con cinco segundos sobre Viviani. El Kiwi se fue confirmando como un líder sólido. Su equipo controló bien la situación en la interesante tercera jornada con siete vueltas en el quebrado circuito de Uraidla. Viviani, consciente de que no iba a ser su día, prefirió rodar en una fuga de siete que contó con el permiso de CCC para superar los tres minutos. Con los aventureros ya absorbidos y el grupo principal fuertemente seleccionado, se vivió una vuelta final emocionantísima en la que Education First intentó sorprender. Morton puso un ritmo infernal preparando el terreno para el ataque de Michael Woods a ocho del final. Luego probaron Elissonde (Sky) y Gesink (Jumbo-Visma) y de nuevo Woods. El canadiense vio cómo MitcheltonScott recortaba el hueco hasta atraparle justo cuando Impey lanzaba la llegada a 500 metros de la raya. Pero Sagan no había aguantado toda la escabechina para quedarse mirando y se pegó a la
rueda del sudafricano, al que acabó remontando, como a Luisle, un día más colosal. Se esperaba mucho de la cuarta jornada con final en Campbelltown y la subida a Corkscrew -2,3 km al 8,9%- a menos de 6 km para el final y la etapa no decepcionó. Un sexteto aguantó en cabeza hasta sus rampas y tuvo que claudicar cuando Wout Poels (Sky) desenterró el hacha de guerra para coronar en cabeza junto a Porte (TrekSegafredo), Bennett (Jumbo) y Woods (EF). Sin embargo, la reacción del grupo, donde Impey, Sánchez, Dennis y Hamilton colaboraron con Bevin, terminó conjurando el peligro y atrapó al cuarteto. En Campbelltown se pudo disfrutar de una volata de poder a poder entre los hombres fuertes que se decantó en favor del a la postre vencedor de la general, Daryl Impey, por delante de Bevin y Luis León, un día más rozando un éxito que se le negaba.
CABEZAZOS Y CAÍDA
A todo esto, Caleb Ewan llegaba en blanco al penúltimo día, que a falta del decisivo final en Willunga suponía la última posibilidad de mojar para los velocistas. El flamante fichaje del LottoSoudal lo intentó en Strathalbyn con excesivo ardor, tanto que aunque fue el primero en cruzar la meta sería relegado al último puesto por liarse a cabezazos con el pipiolo Jasper Philipsen en la lucha por mantener la posición previa a los metros finales. ª Tuve que usar la cabeza porque no está permitido sacar las manos fuera del manillar, pero estoy
muy disgustado porque no hice nada irregularº , aseguraba el australiano. El belga del UAE Team Emirates, 20 años, abría su palmarés en el World Tour en su primera carrera. A diez kilómetros de la conclusión ocurría un hecho trascendental, una caída en mitad del pelotón de la que salía malparado Patrick Bevin. El líder consiguió enlazar con el grupo y terminar la etapa vistiendo el naranja, pero el golpazo le pasaría factura de cara a la última jornada. Nada más iniciarse el primero de los dos pasos por Willunga Hill se descolgaba y quedaba fuera de la lucha por la general. Pese a que lamentaba su suerte, el neozelandés se lo tomó con humor. ªAlguien debe haberles dicho que era australiano, porque el público me ha apoyado como nunca y quiero agradecérselo. Este es un deporte donde no tienes garantizado que estas cosas no vayan a pasar. Me quedo con lo positivo, el gran trabajo realizado, el premio del maillot de los puntos y la certeza de que esta carrera marca un precedente para míº. Bevin se descolgó en cuanto el Team Sky forzó la máquina en la primera ascensión. Elissonde preludió la primera andanada de Poels. Una vez que se desembarazaron del líder, que coronó con dos minutos de retraso, las aguas volvieron a su cauce, conscientes de que aún quedaban 20 kilómetros hasta la conclusión, y se dejaron adelantar por Daniel Oss (Bora), Héctor Carretero (Movistar Team) y Tomasz Marczynski (Lotto), que aguantaron por delante hasta los prolegómenos del acto final, los decisivos 3,6 km al 7,1% de la subida final. Allí el Sky repitió la jugada, con Elissonde precediendo a Poels. Cuando parecía que el holandés estaba en disposición de dar la sorpresa y cortar la racha de cinco triunfos seguidos de Richie Porte en Willunga Hill, el australiano arrancaba a 1.300 metros de la cima para dejar claro quién es el rey indiscutible de la mítica cota del Tour Down Under. ª Han sido los 300 metros más duros de mi vida, cómo me dolían las piernas. Nunca había tenido que hacer una caza así. En 2018 me ayudó Dennis; ahora tuve que hacerlo yo solo y contra dos corredores del Sky. Ha sido un triunfo dulceº , afirmaba Porte, que pese a su hazaña no abrió el hueco que necesitaba con Daryl Impey. El sudafricano sí tuvo a su compañero Lucas Hamilton para ayudarle a pasar el trago y echó el resto en los últimos 300 metros para asomar junto a los dos grandes protagonistas del día e incluso picar el mismo tiempo en la cima y hacer historia en el Down Under. Por primera vez un ciclista consigue ganar dos ediciones consecutivas. ª Confiaba en mis posibilidades y contaba con un equipo muy fuerte que confiaba en mí. El año pasado di un paso muy importante aquí y ver que he sido capaz de repetirlo me afianza en que cada vez soy un ciclista más sólido. Se lo quiero dedicar a Mathew Hayman, un grande. Estoy muy feliz aunque lo siento por Paddy -Bevin-. Me hubiera gustado haber tenido hoy con él un bonito duelo y es muy triste que no haya podido llegar en su mejor condición por la caída. Hubiese sido un merecido ganadorº , afirmó el del Mitchelton-Scott, todo un caballero.