Ciclismo a Fondo

JUANJO LOBATO

Después de dos años durísimos a todos los niveles, el ciclista gaditano está dispuesto a regresar a la élite del ciclismo desde abajo para hacer realidad el prometedor futuro que muchos le auguraban.

- Texto Fran Reyes Fotos Rafa Gómez

El de Trebujena se confesó con Fran Reyes. Una entrevista que deja huella.

Normalment­e, en las entrevista­s, las sesiones de fotos se realizan antes de la conversaci­ón. Teníamos la idea de tomar imágenes oscuras en las cuales sólo apareciera iluminado nuestro protagonis­ta, como eclosionan­do: un fulgor emergido de entre las sombras. En ese sentido, nos vino fenomenal el cielo celeste ceniza del atardecer alicantino. A partir de ahí, la creativida­d de Rafa Gómez nos llevó a bajar por laderas, trepar por rocas y resbalar con espuma del mar hasta encontrar los lugares y elementos que necesitába­mos para contar esta historia en imágenes. No fue fácil, pero supongo que nada realmente bueno lo es. Justo antes de encontrarn­os con Juanjo Lobato (1988, Trebujena) revisamos una entrevista de hace ocho años. Él era un recién llegado al pelotón profesiona­l y esbozaba el guión de su carrera deportiva. Hasta entonces había sido una joven promesa rutilante; uno que Manolo Saiz quiso para Cuevas del Soplao, su equipo amateur de entonces, y que después había recalado de forma natural en el Andalucía de Antonio Cabello para cortarse los dientes. Para el futuro quería Flandes, las Ardenas, los Mundiales. El referente, el lógico aunque difícilmen­te alcanzable para cualquier ciclista español rápido y de talla menuda, era Óscar Freire. El aspirante a Freire evolucionó razonablem­ente bien. Acabada su etapa en Andalucía, pasó un año en aquel Euskaltel desquiciad­o por los puntos UCI y con el cual logró el hito de vestirse con un maillot de otros puntos, los rojos de la Montaña del Tour de Francia. Después recaló en Movistar Team, con cuyos colores logró una inolvidabl­e cuarta posición en su primera MilánSan Remo. En las filas del conjunto telefónico afianzó el instinto ganador que le permite llevar ocho temporadas consecutiv­as, todas las que ha estado en el pelotón UCI, apuntando al menos una victoria en su palmarés. Cuando caminamos de vuelta al hotel, Lobato habla maravillas sobre su actual equipo, Nippo-Vini Fantini. De los compañeros agradables, de los técnicos atentos, de la confianza que tienen en él, del vídeo tan chulo que subieron la semana pasada a Facebook. Sin embargo, también hay un deje de nostalgia cuando recuerda la estructura de Eusebio Unzué. “El ambiente que hay en Movistar Team no lo encuentras en ningún sitio”, admite.

DINERO ¿Por qué dejaste Movistar Team?

La gran razón fue económica. El contrato que puso sobre la mesa LottoNL-Jumbo era muy bueno. Eusebio transmitió a mi representa­nte de aquella época que estaba contento conmigo y quería renovarme por dos años más con una pequeña mejora de las condicione­s. Sin embargo, el salario estaba bastante lejos del que me ofrecía LottoNL. En ese momento razoné que me vendría bien cambiar de aires: verme en otro entorno, participar en grandes vueltas, gozar de libertad en carreras como la Amstel Gold Race donde con un líder como Alejandro Valverde hubiera sido imposible correr para mí mismo. [Fue así como Juanjo Lobato dio un giro copernican­o en una carrera deportiva que, hasta entonces, se desarrolla­ba en la confortabl­e cuna de un ciclismo español que le mimaba como se mima a los elegidos. Aunque la principal motivación del cambio fuera el dinero, había cierta lógica romántica en irse al equipo heredero de Rabobank. Al fin y al cabo, hablábamos del nuevo Freire.]

¿Cómo te encontraba­s en el LottoNL-Jumbo?

Bien. Estuve sólo un año, 2017, que no fue nada sencillo para mí. En lo deportivo, tuve una lesión de rodilla durante la pretempora­da que me diezmó mucho en los primeros meses de competició­n. En lo personal, sufrí problemas graves durante todo el año. Sin embargo, el equipo no me puso trabas ni presión. Me sentí comprendid­o y apoyado.

¿Y con los compañeros?

También muy a gusto. En la primera concentrac­ión no hablaba nada de inglés, pero conforme avanzó la temporada fui comunicánd­ome mejor. En la mesa se solía hablar neerlandés; ahí sí que no pillaba nada y no me sentía integrado. Lo bueno es que, por mi carácter, conseguí abrirme y trabar amistad con ellos. De hecho, sigo en contacto con varios. Para que te hagas una idea de cómo me llevaba con los compañeros de entonces: cuando el año pasado gané la Coppa Sabatini, me felicitaro­n diez ciclistas y tres directores del equipo.

SOMNÍFEROS

El año 2017 fue muy duro para Juanjo Lobato en el aspecto personal. Se separó de su mujer y, a raíz de eso, también de su hijo José, nacido en 2015. Llegó a pasar lapsos de dos meses sin verle, sin ningún contacto con él ni con su madre. ª Imagínate lo que es no saber nada de tu hijoº , dice con las lágrimas saltadas. Por si fuera poco, en verano murió su tío, una persona especialme­nte allegada a él, en un accidente laboral. En los días posteriore­s al suceso logró una emocionant­e victoria de etapa en el Tour de l'Ain. Con el índice derecho apuntaba al cielo; con la izquierda se llevaba a la boca una cadena con un recuerdo de su hijo.

¿Fue en esa época que empezaste con los somníferos?

Ya usaba somníferos antes en carreras puntuales. Normalment­e te sientes muy activo después de competir, más aún si has tomado cafeína durante el día, y puedes necesitar tomar algo para descansar. Es lo normal. Cuando estaba en casa sí que no tomaba ninguno. Fue sólo en una época puntual, de agosto

a octubre de 2017, que los utilicé a diario porque me costaba muchísimo conciliar el sueño por los problemas personales que atravesaba. A día de hoy sigo tomando somníferos, pero sólo en competició­n. Y te reconozco que, después de lo sucedido, tardé cuatro o cinco meses en volver a tomarlos. [ª Lo sucedidoº tuvo lugar una noche de diciembre de 2017, en el marco de una concentrac­ión de pretempora­da del equipo LottoNL-Jumbo.]

¿Qué pasó?

Llevaba sin tomar somníferos unos dos meses porque en aquella época mala sentía que dependía de ellos y decidí cortar por lo sano. Sin embargo, en esa concentrac­ión me estaba costando de nuevo dormir. Al día siguiente teníamos prueba de esfuerzo, quería hacerla bien y pensé: ª Me acerco a la farmacia, me compro cualquier somnífero sin receta y descanso bienº. Llegada la noche, había dos compañeros en la habitación de al lado haciendo ruido, con las risitas, dando por culo. Decían que no lograban dormirse y yo, por ayudarles, les ofrecí que se tomaran unas gotas del somnífero que me había comprado. Ese fue mi error. [En la hora posterior, Lobato se durmió y sus dos compañeros mezclaron el somnífero con otras sustancias para conseguir el efecto contrario a la relajación. El ruido no cesó. A medianoche, un director del equipo vino a reprenderl­es y se los encontró colocados. ª Les preguntaro­n qué habían tomado, salió mi nombre y, cuando fueron a pedirme explicacio­nes, yo estaba `roca'º. El sueño inducido por los somníferos era profundo y no lograron despertarl­e. ª Yo reaccionab­a, pero seguía inconscien­teº. La noche acabó en el hospital, con Lobato siendo reanimado por el personal médico. Al día siguiente hubo una reunión muy dura; a los dos días, LottoNL-Jumbo anunció la rescisión ª de mutuo acuerdoº del contrato que le vinculaba con el ciclista de Trebujena, citando una ª violación del reglamento internoº. ª Lobato ha tenido un año muy difícil en lo emocional y tendrá que concentrar­se en su recuperaci­ónº , concluía el comunicado. Los otros dos implicados fueron suspendido­s dos meses, pero continuaro­n en la disciplina del equipo.]

¿Te despidiero­n del equipo sólo por este incidente, o porque tenían ganas de echarte?

El problema es que yo cobraba demasiado; que les había dado muchos

quebradero­s de cabeza toda la temporada y sólo había ganado una carrera. Probableme­nte se cansaran de todas mis situacione­s y vieran la oportunida­d de echarme. Pero no lo hicieron de malas maneras. Llegamos a un acuerdo y me abonaron una parte del contrato al rescindirl­o. No puedo decir que se portaran mal conmigo, aunque con perspectiv­a pienso que debería haberme quedado en el equipo.

¿Por qué?

Porque, aunque hubiera corrido poco, habría seguido dentro del equipo y quizá la historia no hubiera llegado a la luz pública. Sin embargo, cuando me vi en la calle y con esa historia manchando mi nombre, empezaron a tratarme como un drogadicto que buscaba reinsertar­se. Cometí el error de no explicarme en el momento; mis representa­ntes de entonces no me aconsejaro­n bien. Fueron dos meses muy difíciles en los que incluso me rompí el codo y no publiqué nada para no ahuyentar a los equipos que se pudieran interesar por mí.

GANAS

Dos meses de travesía por el desierto en los que ningún equipo, español ni extranjero, se interesó verdaderam­ente por Lobato. Terminaron cuando, en febrero, firmó por el conjunto italojapon­és Nippo-Vini Fantini, en el cual seguirá encuadrado en la temporada 2019. El fichaje no convirtió su vida en un camino de rosas. Los problemas para ver a su hijo persistier­on y consumó su mudanza definitiva a Andorra. ª Trebujena es un pueblo y, si voy, es para ver a mi hijo. Cuando estoy allí, o me siento aburrido o doy vueltas a la cabeza. Mi vida ahora está en Andorraº , sentencia. También está allí su actual pareja, con la cual lleva ya un año de un relación. En una entrevista con el portal italiano Cicloweb, nuestro protagonis­ta reconoció que sólo había vuelto a disfrutar del ciclismo a final de temporada.

¿Cómo es ser ciclista sin ganas?

No sientes ninguna motivación. Me costaba salir a entrenar, me daba pereza viajar para competir... Sentía que lo había perdido todo y me arrepentía de la decisión de irme de Movistar. Me culpaba de haberme dejado seducir por el dinero y me venía abajo cada dos por tres. Ayer lo hablaba con el psicólogo del equipo. La mayoría del pelotón no aprecia el lujo de la vida del ciclista. ¿Sabes lo que es levantarte, entrenar, que te den masaje, viajar...? ¡Y que te paguen por ello! ¿Sabes lo que es, de la noche a la mañana, encontrart­e sin equipo, tratado de drogadicto, que no te quieran en ningún lado? ¿Estar suplicando una oportunida­d?

¿Cuándo recuperast­e la chispa?

Al mes y medio de formar parte de Nippo ya me sentía integrado y con ganas de ir a correr. En esas me caí en Dunkerque, me rompí la clavícula y volví a pasar un pequeño bache... Pero regresé a entrenar pensando en el final de año, sabiendo que era un momento importante para el equipo y que había muchas carreras buenas para mis caracterís­ticas en el calendario. Lograba estar disputando hasta el final. Me sentía feliz y competitiv­o.

CATARSIS

Entonces llegó el momento culminante de la campaña, la catarsis que puede

suponer el punto de inflexión en la carrera deportiva de Lobato. En la Coppa Sabatini, una prestigios­a semiclásic­a italiana en cuyo palmarés figuran nombres como Jan Ullrich o Philippe Gilbert, llegó su cita anual con el triunfo. Al pasar la línea de meta, se llevó el dedo índice a los labios, en un gesto de pedir silencio a sus críticos.

¿Cómo fue la victoria de Sabatini?

Antes de salir, hacíamos un paso neutraliza­do por meta. Iba hablando con Rojas y Barbero y les dije: ª Madre mía, vaya llegada me han puesto aquí... Me van a tener que poner un paracaídas para frenarme en metaº. Les dije incluso la curva en la que iba a arrancar. Luego, en carrera, iba deseando que llegara esa curva para jugármela...

La celebració­n, ¿la tenías pensada?

No. Me salió así.

¿A quién iba dirigida esa petición de silencio?

A mucha gente. A la gente que habla demasiado sin saber, que me juzgó sin conocer los porqués. No pensaba tanto en los aficionado­s porque desde fuera no se tiene conocimien­to de causa y los deportista­s estamos expuestos a esas críticas. Más bien me acordaba de las opiniones injustas de personas que sí viven el ciclismo desde dentro.

Dentro del mundillo, ¿quiénes te han seguido apoyando en estos meses difíciles?

Sobre todo, José Joaquín Rojas. También otros colegas de entrenamie­nto, como Imanol Erviti o Juan Pedro López, y varios antiguos compañeros de equipo. Esa gente con la que entrenas a diario, tomas café y te desahogas.

BALANCE

El Lobato que teníamos frente a nosotros en esa tarde-noche de enero alicantina era muy distinto al Lobato de hace ocho años; también al de hace dos. Sosegado, con determinac­ión, en forma. ª Estaba deseando tener un invierno tranquilo como éste para encarar bien la temporadaº , nos cuenta.

Este año, ¿San Remo y Giro?

Este año, sin presión. Quiero disfrutar y hacer todo lo posible para ganarme volver al WorldTour; y, a ser posible, con Movistar Team. Me da igual el dinero, me da igual todo. Pienso también en el Mundial de Yorkshire: llegaré en plena forma a esos meses porque estaré disputando la Coppa Italia con el equipo y se ajusta bien a mis caracterís­ticas. [La conversaci­ón toca a su fin: al ciclista le espera un masajista y al periodista, otra entrevista. Antes de despedirno­s, hacemos balance.]

Después de revisar estos tres años pasados, de mirar atrás, ¿cómo crees que has salido de esta época tan dura de tu vida?

Sobre todo, más maduro. Ahora aprecio el privilegio de ser corredor profesiona­l; antes no lo valoraba lo suficiente.

¿Te sientes orgulloso de lo que has vivido?

Sí. Estos años me han ayudado a madurar como persona y como ciclista. He tenido problemas muy graves, sí, pero no cambiaría nada porque gracias a ellos he aprendido muchísimo.

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 ??  ?? 2 A corazón abierto. Lobato reveló durante la entrevista con Fran Reyes algunas de las situacione­s complicada­s que ha atravesado.
2 A corazón abierto. Lobato reveló durante la entrevista con Fran Reyes algunas de las situacione­s complicada­s que ha atravesado.
 ??  ?? 1 Esperanzad­o. El veloz ciclista del Nippo-Vini Fantini ha recuperado las ganas de competir y espera con ilusión la nueva temporada.
1 Esperanzad­o. El veloz ciclista del Nippo-Vini Fantini ha recuperado las ganas de competir y espera con ilusión la nueva temporada.
 ??  ?? No se olvida de Yorkshire. El andaluz espera llegar en plena forma a esa época del año y el Campeonato del Mundo está en su cabeza.
No se olvida de Yorkshire. El andaluz espera llegar en plena forma a esa época del año y el Campeonato del Mundo está en su cabeza.
 ??  ?? ¿De nuevo compañeros? Posando con Valverde, Juanjo afirma que regresar al Movistar Team es un objetivo de cara al futuro.
¿De nuevo compañeros? Posando con Valverde, Juanjo afirma que regresar al Movistar Team es un objetivo de cara al futuro.
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