Adiós a Mathew Hayman

Lo tenía decidido desde septiembre, cuando hizo pública su intención de retirarse tras disputar el Tour Down Under y pasar a integrar el staff técnico del Mitchelton-Scott. Para un australiano, la ronda World Tour de casa es el equivalente a lo que un español siente en La Vuelta. Mathew Hayman, 40 años desde el 28 de abril, disfrutó como un niño de su despedida en olor de multitudes. "Ha sido duro seguir entrenando tres meses más para preparar esta carrera, pero siento que ha merecido la pena. No sólo por ayudar de nuevo al triunfo de un compañero, también por el calor que me han brindado el público y todos los compañeros en el pelotón". El aussie se ganó el respeto de compañeros y rivales a lo largo de 19 campañas en activo, hasta el punto de que, como él mismo apunta, "corredores de otros equipos me ayudaron desinteresadamente a volver al grupo tras descolgarme en la primera subida a Willunga, pese a que eso significaba que podría seguir trabajando para Daryl. Es un detalle que agradezco y valoro mucho", asegura Hayman, gregario incansable para todos sus equipos -Rabobank, Team Sky y finalmente Orica y Mitchelton-Scott-, que también será recordado por ser capaz de ganarle al mismísimo Tom Boonen la París-Roubaix de 2016, dejándole sin el récord de adoquines conquistados.