"Valverde es una leyenda"

Peter Sagan venía mascullando durante el final de la Vuelta una idea que sólo compartió con su gente más cercana. Después de tres años siendo campeón del mundo sabía que sus posibilidades de un cuarto arcoíris en un circuito tan duro como el de Innsbruck eran ínfimas y quiso encargarse de entregar el maillot, un jersey que ya parecía suyo, a quien le sucediese. No lo dijo públicamente, su entorno y él mismo lo negociaron con la UCI. "Me dijeron que si yo terminaba en el podio era más difícil, pero que era una buena idea. Al final se pudo llevar a cabo porque terminé viendo la carrera por televisión", retirado. Si el desenlace fue de infarto -y para toda España de alegría-, la entrega de la medalla de oro a Alejandro Valverde supuso la guinda a una tarde inolvidable. Igual que el abrazo emocionado en el que ambos se fundieron delante de las cámaras. "Estoy muy contento de que él ganara, creo que es un grandísimo campeón del mundo para esta próxima temporada. Podemos estar orgullosos de Valverde porque es una leyenda en el ciclismo. Se merecía ser campeón mundial". Admite también Sagan que ver a Valverde, con quien tiene una grandísima relación, portando el maillot arcoíris "me permite que sea para mí más suave el trago de no llevarlo", aunque no oculta que "se me hace raro mirarme y no tenerlo. Al principio me preguntaba si el maillot de campeón eslovaco era realmente mi maillot. Sé que será cuestión de tiempo acostumbrarme y estoy feliz por Valverde". Eso sí, ya avisa que "quiero volver a ganar el Mundial cuanto antes".