Un equipo 'rara avis'

La llamada que salvó la carrera deportiva de Juanjo Lobato llegó a principios de febrero de 2018 desde Italia. "Giovanni Visconti, que había sido compañero mío en Movistar Team, me llamó diciendo que se había enterado de una opción interesante para mí", recuerda el gaditano. "Me puso en contacto con su representante, Johnny Carera, y al día siguiente ya tenía el contrato para firmar". El destino llevó a Lobato a Nippo-Vini Fantini, un 'rara avis' del pelotón UCI. La estructura se desgajó del Farnese Vini de Angelo Citracca y Luca Scinto cuando el patrón de la bodega patrocinadora, Valentino Sciotti, se cansó de los casos de dopaje asociados al conjunto de identidad amarillo flúor. En 2014 Sciotti unió su destino con Nippo, patrocinador histórico del ciclismo japonés. Entre los proyectos de esta empresa constructora figuran muchas de las instalaciones deportivas que se utilizarán en Tokio 2020, incluido el velódromo. Y es con este evento en mente que pone la parte del león del presupuesto de un equipo en cuya plantilla figuran cinco jóvenes ciclistas nipones junto a estrellas italianas como Marco Canola o Moreno Moser y promesas como el colombiano Alejandro Osorio o el valenciano Joan Bou. El reto del equipo esta temporada es, como cada año, conseguir una invitación para el Giro d’Italia, en el cual llevan dos ediciones ausentes después de haber participado en las dos anteriores con Damiano Cunego como jefe de filas. En la lista de convidados por RCS sólo es seguro el nombre del Androni de Gianni Savio en calidad de ganador de la Coppa Italia, una 'challenge' que reúne a buena parte del calendario italiano. Se espera la presencia de Israel Cycling Academy toda vez que su mecenas, Sylvan Adams, fue el artífice de la salida de 2018 desde Jerusalén. Las dos plazas restantes se las jugarían entre Bardiani-CSF, que lleva sin perderse un Giro desde 2009; el propio Nippo; y el Neri Sottoli-Selle Italia-KTM de Citracca y Scinto, que este año ha fichado como líder... a Giovanni Visconti.