Un escalador enamorado de las piedras
No deja de ser curioso que un aficionado a la bici se confiese en su salsa cuando escala un puerto y reza para que termine cuanto antes cada vez que atraviesa montado un tramo de adoquín y en cambio la carrera que le chifla ver cada año es la París-Roubaix. "Es diferente, esos tramos cinco estrellas no los tiene ninguna otra". Además, John Degenkolb es el nombre que sale de su boca cuando le preguntas por su ciclista favorito, "aunque mi ídolo de juventud era Joseba Beloki y ahora también me gusta mucho Tom Dumoulin". Pero esas son las preferencias de Pablo Suárez, toledano de Fuensalida que tiene 27 años y trabaja como administrativo. "La bici me gusta desde niño. La utilizaba para moverme por el pueblo y desplazarme a practicar fútbol y tenis. Cuando empecé la universidad dejé de hacer deporte y así estuve hasta 2012. Un día, sin pensármelo, gasté los ahorrillos en una Orbea de BTT". La Vuelta a España de aquel año supuso un punto de inflexión que le llevó a enamorarse del ciclismo en carretera. "Fui con un amigo a ver la etapa que acababa en Cuitu Negru. Con la mountain bike tardamos una eternidad en subir. Eso y el ambiente que había hicieron que no dudara en probar las ruedas finas. Varios amigos empezaron a hacer triatlón y carretera. Para salir con ellos me compré una... y hasta hoy". Pablo se ha ido animando cada vez más con el paso de los años. "Suelo completar 4.000 km al año. En invierno salgo dos días a la semana y hago spinning, mientras en verano realizo siempre que puedo una escapadita de hora y media después de trabajar. Los fines de semana aprovecho para las rutas largas". También ha empezado a aficionarse a participar en marchas. "Me estrené con la Polar Gran Fondo La Mussara y en 2017 estuve en la primera edición de la Menasalbas-Montes de Toledo. En 2018 lo que hicimos fue aprovechar las vacaciones para desplazarnos unos cuantos amigos a Italia y subir algunos puertos míticos, entre ellos el Monte Zoncolan, con diferencia el más duro que he ascendido nunca. De hecho, tuve que echar pie a tierra un par de veces. Este año quiero retomar la costumbre de seguir conociendo cicloturistas. Están en cartera la Nor3xtrem y Lagos de Covadonga. La QH me llama la atención, pero me echa para atrás el tema del sorteo y tanta aglomeración". Otra idea que le atrae es "comprar unas alforjas y hacer el Camino de Santiago o ponerme un punto de destino que me apetezca y alcanzarlo en varias etapas". Más que el concepto de competir, aunque como todos disfruta con esos pequeños piques, lo que le motiva de salir en bici es "que me hace sentir mejor, física y mentalmente. Me gusta ponerme pequeños retos y cumplirlos, llegar cansado pero con esa sensación de superación, y también que gracias a la bici conoces nuevos sitios y nueva gente".