Medidor de potencia Look Exakt
La primera marca que se atrevió a lanzar, hace 7 años, un medidor de potencia integrado en los pedales vuelve ahora a desempolvar un proyecto que en aquel momento no gozó de una acogida acorde al esfuerzo que supuso su desarrollo. Un medidor que pudimos probar en su día y que nos permite poner en perspectiva estos nuevos Exakt. Para su desarrollo, la firma francesa se ha aliado nada menos que con SRM, los inventores del medidor de potencia aplicado al ciclismo, que allá por 1986 poco podían imaginar que revolucionarían las metodologías de entrenamiento de este deporte. El medidor Exakt se construye sobre la base de unos Kéo 2 Max, con su resorte convencional de muelle, y un hueco interior convenientemente dimensionado para albergar no sólo el eje -de acero para asegurar la robustez del sistema-, sino también las galgas de tensión que miden la deformación producida al aplicar fuerza sobre el pedal y toda la electrónica que traduce esta fuerza en vatios. Externamente han aprovechado el mismo diseño de su anterior medidor, aunque internamente no tenga nada que ver. Podemos encontrar estos Exakt en tres versiones: medición a una sola pierna, medición en ambas piernas y, el que veis en esta líneas, un pack que además añade el completo ciclocomputador PC8 de SRM. Respecto al anterior medidor de Look, lo primero que llama la atención es que se han eliminado los incómodos transmisores externos. Sin embargo, algo que no cambia es el proceso de montaje, el punto que menos nos ha gustado cuando actualmente existen modelos reputados en el mercado que se colocan en la bici como unos pedales convencionales y sólo hay que salir a rodar con ellos. En el caso de estos Look se mantiene el procedimiento en el que tenemos que situar el eje en una posición precisa con ayuda de una herramienta de alineación que se incluye. Además, tras colocarlos hemos de afinar dicha posición con ayuda de su App antes de fijar definitivamente el sistema mediante una contratuerca que hay que apretar a un par determinado -todo esto asegurándote de que no pierdes la posición lograda-. No es un proceso complicado, pero hacerlo correctamente conlleva cierto engorro. Una vez realizado el uso es el habitual de cualquier medidor: asegurarnos que la batería está cargada, proceso sencillo mediante el conector magnético incluido que se fija en el interior del eje y realizar el proceso de puesta a cero desde el ciclocomputador antes de cada ruta. Hemos realizado nuestras pruebas en varias salidas largas comparando datos con uno de nuestros medidores de referencia y, para más exigencia, en unas jornadas de gran amplitud térmica gracias a los anticiclones del invierno -los cambios de temperatura afectan a las galgas de tensión y han de ser compensados por la electrónica-. Las medidas fueron, como era de esperar estando SRM de por medio, totalmente precisas y coherentes con nuestra referencia, calcando al final de las rutas las cifras de potencia media y normalizada pese a utilizar ciclocomputadores diferentes -a menudo una fuente de error cuando se hacen estas comparativas-. Respecto a sus competidores, además del aval de la medición SRM, tienen
el punto flaco de su mayor precio. A cambio, nos gusta que se haya optado por una batería interna recargable y la ligereza del conjunto además de la fiabilidad y el funcionamiento contrastados como pedal que aporta Look. Por descontado, nos proporcionan todas las métricas de potencia y medición independiente en cada pierna. Un nuevo actor en la escena de los medidores de potencia que, sin duda, sube el listón en estos aparatos cada vez más presentes en las bicicletas, incluso a nivel del cicloturista que busca sacar lo mejor de sí.