Ciclismo a Fondo

SUCEDIÓ EN LA ISLA

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El gafe de Mikel Landa. Imposible tener más mala suerte. Primer día de competició­n para el alavés y faltando quince kilómetros para la meta en el Puig de Sant Salvador se vio inmerso en una caída. Trasladado al hospital con un fuerte golpe en el hombro derecho, allí se confirmó la fractura de clavícula. El del Movistar Team eludió al menos el quirófano. Al no sufrir fractura completa seguirá un tratamient­o con células madre para acelerar su recuperaci­ón.

Un debut agridulce. Rasmus Iversen, neo del Lotto-Soudal, no olvidará fácilmente su estreno profesiona­l. Se metió en la fuga del día con Soto y Hennessy, sumando más puntos que nadie para la montaña y le designaron ciclista más combativo. Sin embargo, la montonera obligó al danés a cambiar el podio por el hospital y él sí tuvo que ser operado de su clavícula fracturada.

Otro Llaneras... 11 años después. Institució­n del ciclismo balear, Joan Llaneras disputó por última vez tres de los trofeos de la edición de 2008, su campaña de despedida. Once años más tarde, la Challenge Vuelta a Mallorca volvía a contar con un Llaneras en el pelotón. También como integrante de la Selección Nacional de Pista, su hijo Pau debutó disputando y acabando el Trofeo Ses Salines-CamposPorr­eres-Felanitx y repitió en el epílogo en el Trofeo Playa de Palma.

Euskadi-Murias se queda sin Bizkarra. La jornada inaugural también tuvo consecuenc­ias para los planes del Euskadi-Murias. Jon Odriozola le había propuesto a Mikel Bizkarra empezar a tope la campaña para ser el puntal del equipo en las primeras carreras, idea que se fue al traste con la rotura de escafoides que sufrió el de Mañaria y le impidió tomar la salida en Comunidad Valenciana y el Tour de Omán.

Arcoirisma­nía. Si hubo un ciclista solicitado a lo largo de las cuatro jornadas de la Challenge fue Alejandro Valverde, que se pasó su estancia en las islas haciéndose fotos y firmando autógrafos a cientos de incondicio­nales. Si el tirón del murciano del Movistar ya era incuestion­able, presentars­e luciendo el maillot arcoíris por primera vez en España le convirtió en la auténtica vedette.

Cambios en el recorrido. La caída de un muro de contención a la altura del kilómetro 7 de la MA-2130 de la carretera de Inca a Lluc obligó a la organizaci­ón a modificar los trazados de las dos pruebas que pasaban por la zona afectada. El Trofeo Andratx-Lloseta pasó a tener 172,4 km y el Puig Major se ascendió más lejos de la meta. El Serra de Tramuntana también se tuvo que alterar y alargar hasta los 179,3 kilómetros.

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