JAVIER RUIZ DE LARRINAGA
Somos amigos desde hace años. Hemos compartido momentos malos, regulares y muy buenos, recorriendo juntos muchos kilómetros y no hay secretos entre nosotros. Cinco veces campeón de España de ciclocross, como persona es todavía más grande que su palmarés.
Joseba Beloki despide a una leyenda.
La vida profesional del ciclista finaliza y llega la hora de Javi. Bogense le despidió con 39 años. Sacrificio y perseverancia son su tarjeta de presentación. Hoy nos hemos citado para charlar sin bici, de manera un poco más tranquila que de costumbre, para repasar su exitosa trayectoria y que nos relate su día a día ahora que es un jubilado.
DESPEDIDA COMPETITIVA
Joseba Beloki: Bogense 2019. Último mundial, última carrera. Como dice Igor Antón, "ya eres difunto en esto del ciclismo".
Javier Ruiz de Larrinaga: Bueno. Puedo decir que salió todo bien. Tenía claro que era mi última carrera. Sabía que estaba en la competición perfecta, la que había deseado, para mi despedida. En lo deportivo me siento muy contento, ya que pienso que hice buena carrera pese a no ser el mejor circuito para mis características. Bueno, se trataba del Mundial. Me quedo con buen sabor de boca, pude disfrutar a tope. Durante la competición estuve concentrado al máximo, pero aparte pude visualizar lo que es un mundial. Ha sido uno de los que más he disfrutado en general de lo que es el evento. Llegaste el jueves a Dinamarca. ¿Qué hubo de diferente durante toda la previa del Campeonato si lo comparas con otras ediciones? Diría que lo dividiría claramente en dos partes. La profesional, donde te quieres concentrar al máximo y hacerlo lo mejor posible, y la del disfrute. Intentas saborear lo que es un mundial. Vas con la selección, con gente muy joven, y la experiencia te ayuda a digerir y transmitir aspectos técnicos. En definitiva, sentirte útil y vivirlo a tope. A decir verdad, me ayudó mucho a la hora de mitigar el nerviosismo. ¿Se te hizo corto?
Sí, sí. Se pasó superrápido. En ciertos momentos parecía que no me daba tiempo a hacer nada. Creo que lo disfruté al máximo y de volver repetiría prácticamente lo mismo. Aun así, diría que en algunos aspectos ha sido un mundial distinto al resto. Tuve la oportunidad de vivir en directo tus minutos en cámara de llamadas, justo antes de escuchar tu nombre e incorporarte al puesto de salida. Me imagino una espera tensa y a su vez
complicada, ya que podrías estar dándole vueltas a que era la última. ¿Qué te rondaba por la cabeza justo en esos momentos? No sé, no sé... Como llegaba físicamente en forma y convencido de que lo podía hacer bien, mi cabeza estaba en todo momento en la carrera. No te voy a negar que en determinados momentos tuve en mente que era el último, pero también te digo que no me pudo la situación emocional. Recuerdo que observabas a cada uno que se incorporaba como si la fiesta no fuese contigo. Sabías cuál era tu momento, eso se percibía desde fuera. ¿Era así? En todo momento sabía quién iba delante de mí y, más o menos, cuándo me tocaba. Era primordial hacer una buena salida y eso sí me preocupaba. Sinceramente, que fuera mi última carrera no me restó. Como desde que di la noticia he estado tan metido en la competición... Coincidir con la llegada de mi mejor estado de forma me ha permitido vivirlo de manera
mucho más especial. Es posible que hasta me haya obsesionado un poco por querer hacerlo todo tan, tan bien. De todas formas, eso de ninguna manera es un problema. Naciste el 2 de noviembre de 1979. Tienes 39 años.
Muchos, la verdad. Todo ha cambiado. De no ser absolutamente nadie en el ciclismo a tener la suerte de ser
pro en carretera, ilusionarme con el CX tras empezar de manera circunstancial, ser cabezón y apostar por querer seguir dedicándome a este deporte... y lucha, muchos años de lucha. Años de pegarme palos e insistir hasta labrarme un palmarés importante. Ir durante años a Bélgica me dio la oportunidad de mejorar la técnica. Es cierto que después los años me han otorgado veteranía y un saber cómo afrontar los retos, pero todo lo que sembré fuera de casa dio sus frutos. También he de decir que fui cuando lo necesitaba. KAIKU Y SPIUK Durante tu rueda de prensa de despedida hiciste mención, entre otras cosas, a tu paso por Kaiku y a Josito -de Spiuk-. Uno por suponer tu puerta de entrada al campo profesional de carretera y el segundo por ser la persona que te dio el empujón para intentar centrar tu carrera en el CX. ¿Piensas que llevar un camino algo diferente al resto hizo que lo afrontaras con otras garantías? El cambio es mucho más fácil. Si eres profesional en ruta y das el salto al CX, ya tienes algo que te avala. Que Spiuk diese el paso de apoyarme al máximo en aquellos años, en los que la apuesta fue tan grande, seguro que estuvo avalado por mi trayectoria. Las cosas no se hacen por nada y algo les podía aportar. Me ayudó mucho aquel empujón. Pese a la dificultad, el ciclocross es una disciplina emergente, que está creando adeptos y cuya dinámica empieza a parecerse a la de antaño, cuando los circuitos estaban hasta arriba de público. ¿Qué le hace falta para volver a romper y pegar un salto definitivo? Es verdad que en el cómputo total aún estamos lejos, pero ver el trabajo de Estados Unidos o Gran Bretaña motiva a la hora de pensar por qué aquí no va a suceder algo similar. ¿Dónde puede estar ese salto?
Está claro que la televisión y los medios son importantes. Una cosa lleva a la otra. Si los corredores cogen nivel en lo deportivo, eso tendrá su repercusión. Creo que el trabajo es más de base. Concienciar a la gente que en el ciclocross también se puede llegar a algo, igual que en carretera, mountain bike o pista. Si empezamos por ahí, al final se conseguirán los resultados. Siempre digo lo mismo; antes, cuando España
acudía a un mundial de carretera o a una clásica no las tenía todas consigo. Ahora, en cambio, se va con todas las garantías. Hay que desterrar ese bulo de que el CX no es bueno para la carretera y viceversa. A las muestras me remito. Los dos mejores en la disciplina del CX están obteniendo buenos resultados en ruta. Debemos quitar ese miedo. Apuntar también que el ciclismo de carretera no está hoy tan boyante.
¿Han tenido que surgir Van der Poel y Van Aert para demostrar que es posible?
Mostrando lo que son en CX y que al pasar a la ruta firman una gran campaña resulta evidente. Nys y Stybar también lo hicieron, pero los actuales le están dando mayor visibilidad. Eso sí, el que no lo quiere ver continuará negándolo. Todo se está globalizando. La clave está en el planteamiento; Van der Poel hace incluso MTB y eso sólo es fruto de una buena programación. Los esfuerzos hay que dosificarlos.
¿Cómo fue tu despertar al día siguiente del Mundial? Con tu proyecto finalizado, ya no había que entrenar, ni objetivos.
En ese momento aún no eres consciente. Sigues con la coña de que esto se ha terminado, que estoy jubilado, pero en definitiva, no he asimilado del todo que se ha acabado. Estoy en la fase en la que otros años también descansaba, por lo que todo sigue igual. Parece que sólo es una campaña más finiquitada. Me lo voy imaginando, aunque siempre con la satisfacción de haber cerrado la temporada mejor de lo que pensaba. Eso me está ayudando a llevarlo. Cuando llegue marzo y entremos en la época en la que solía comenzar a entrenar y hablar con patrocinadores, ya será otra cosa.
¿Te ves compitiendo en máster?
No, no, para nada. Que no le sienta mal a nadie, pero...
Como tu tío, Txutxin Ibáñez Loyo.
Ni es el momento de pensar en eso, ni en nada por el estilo. Ahora quiero salir en bici, achuchar de vez en cuando y sobre todo disfrutar de ella. Ya te apretaré en algún momento.
LOS QUE VIENEN
Si hasta ahora teníamos batallas, verás este año. Hemos hablado de tu futuro, pero no del porvenir del CX español. ¿A quién ves con posibilidades?
Las expectativas están altas, aunque el problema sigue en la categoría sub23. Salvando esa barrera, ahí asoma el futuro. Estamos viendo chavales júniors excelentes, chicas muy buenas. En élite también, sólo hay que ver cómo está Felipe -Orts- y seguir a Kevin. El futuro es esperanzador. Debemos ayudarles para que demuestren lo que llevan dentro.
Felipe Orts ya está en ese grupo. ¿Y Carlos Canal?
Es un chico que viene del mountain bike y veremos qué camino elige, pero hacer dos podios en la Copa del Mundo es algo increíble. Una pena lo que le sucedió en el Mundial, pese a tener piernas esto es muy complicado. Cuenta con mucho talento y sólo hay que esperar por dónde se decanta.
Háblame de Felipe Orts.
Un chaval muy humilde, que desde joven apostó únicamente por el CX. Está en un equipo profesional y hace
un calendario base en el extranjero. El subcampeonato del mundo le vino bien, aunque en mi opinión igual demasiado pronto. Consiguió esa medalla cuando pocos sabían que ya había hecho quinto y sexto en Copas del Mundo. Se está forjando poco a poco y quiere continuar creciendo. Esta temporada, tras ser octavo en la primera prueba, la gente pensaba que todo iba a ser sencillo. Luego haces el 23 y parece un fracaso. De todas formas, ya se ha visto en el Mundial que está con los mejores.
¿Van der Poel?
Clase... y físico. Hace de todo a un nivel exagerado.
¿Van Aert?
Es más calculador que Van der Poel, aunque le veo más potencia física si lo comparamos con el holandés.
Tú eres de Sven Nys.
Sí, sí. Nys tenía algo especial con la afición y, sobre todo, su forma de correr enganchaba. Los de ahora salen a tope, en eso Nys era mucho más calculador. Forzaba errores a los rivales y pocas veces fallaba. En el cómputo general, Nys ha sido mucho más nutritivo.
¿Y el sector femenino?
Cada vez hay más calidad. Aquí sí que se animan las chicas de la ruta: Marianne -Vos-, Pauline -Ferrand-Prévot-... Las carreras son muy competidas e incluso más divertidas para el espectador.
Nos vamos a ver prácticamente a diario y, sobre todo, seguiremos rodando juntos como todos estos años. Públicamente te deseo que elijas el camino que más te convenga y el que mayor ilusión te genere.