MUNDIAL DE CICLOCROSS
Después de tres años con Van Aert acaparando el maillot arcoíris, Van der Poel deshizo el maleficio en Bogense. Sanne Cant salvó el honor belga y los españoles, sin suerte, estuvieron muy por encima de sus resultados.
Van der Poel destronó a Van Aert.
Desde que en 2015 logró su primer título en Tabor, Mathieu Van der Poel no había sido capaz de repetir. Especialmente sangrante para su moral fue la inesperada derrota en el barrizal de Valkenburg 2018, donde partía como favorito indiscutible tras una temporada en la que había cosechado 26 victorias, dominando en seco, en barro y sobre cualquier tipo de circuito. En casa sólo pudo ser bronce mientras su eterno rival, Wout Van Aert, sumaba su tercer mundial consecutivo.
4 BELGAS, 3 HOLANDESES, 1 ESPAÑOL
Sobre el nieto de Poulidor empezaba a sobrevolar el síndrome Nys, campeonísimo que sólo pudo alzarse con dos títulos mundiales en su longeva trayectoria porque la cita con el arcoíris se le atravesaba. Pero en Bogense (Dinamarca) se sacudió el maleficio. Templó, mandó, se marchó una primera vez en la cuarta de las doce vueltas y cuando Van Aert consiguió cerrar la brecha, lejos de venirse abajo volvió a apretarle las tuercas en el siguiente giro para despegarse definitivamente. El defensor del título bastante tuvo con conservar la plata. Toon Aerts acabó más fuerte y ya le había descolgado cuando una caída del vencedor de la Copa del Mundo le permitió recuperar la segunda plaza. Todos esperábamos anhelantes ver en qué posición terminaba Felipe Orts, la gran revelación de la carrera. Tras las dos primeras vueltas se quedaba en cabeza un grupo de ocho con todos los favoritos -los belgas Van Aert, Aerts, Sweeck y Vanthourenhout y los holandeses Van der Poel, Van der Haar y Van Kessel- y con ellos el alicantino, que desde el inicio
se metió delante y sorprendentemente aguantaba el ritmo de los monstruos sagrados de la especialidad. Cuando Van der Poel y Van Aert empezaron sus escarceos dos vueltas después, Felipe continuaba incrustado en el sexteto perseguidor. Y a la conclusión de la séptima, cuando Aerts desencadenó su ataque en ese sexteto, se quedó Van Kessel y él seguía sin ceder. A dos vueltas del final soñábamos con un top ten histórico, pero le sobraron los diez minutos finales, donde acusó el esfuerzo y pasó de séptimo a duodécimo. Un puesto que es muy bueno, pero no hace justicia al carrerón que se marcó. A Ismael Esteban también le sobró una vuelta; salió fuera del top20 para acabar 27ë. Javier Ruiz de Larrinaga, 30ë en su despedida, fue de menos a más pero no pudo evitar ser doblado in extremis.
LA ALEGRÍA BELGA
Y si el domingo hubo doblete holandés, la jornada del sábado empezó con doblete británico en júnior y sub23 masculino. La única alegría belga en el Mundial la protagonizó Sanne Cant con su tercer título élite consecutivo. La campeona de Amberes arrancó la temporada torcida y vio cómo Marianne Vos la dejó sin opciones de adjudicarse la Copa del Mundo, pero ha ido recuperando su nivel y en Dinamarca se quitó de encima todos los complejos. Sola frente a la potente armada holandesa -Marianne Vos, Lucinda Brand, Denise Betsema y Annemarie Worst-, terminó deshaciéndose de las cuatro. Aguantó las tarascadas de Brand en la quinta vuelta para lanzar su ataque en la sexta y penúltima, manteniendo a raya en el giro final a
una fortísima Brand que se acercó hasta los seis segundos pero tuvo que rendirse ante la constancia de la belga, que la aventajó en nueve. A 15'' y bronce llegó la heptacampeona Marianne Vos. En cuanto a la participación nacional, Lucía González fue la mejor, 22ã yendo de menos a más. Aida Nuño (27ã) no tuvo su mejor día y Sandra Trevilla terminó 37ã en su debut. En la prueba sub23 masculina hubo toma y daca entre los dos favoritos, Eli Iserbyt, defensor del título, y Thomas Pidcock. El belga parecía capaz de ser el primer sub23 en sumar un tercer arcoíris. En la tercera vuelta cogió unos metros que mantuvo hasta el giro siguiente, cuando el británico no sólo le alcanzó sino que le superó para rodar destacado toda la segunda mitad de carrera y sumar su primer oro con 15'' sobre Iserbyt y 23'' con el francés Benoist. Un poderoso Iván Feijoo finalizó 18ë después de una remontada digna de destacar. A Jofre Cullell, 14ë en Valkenburg 18, se le torcieron las cosas y concluyó 35ë. Xabier Murias fue 50ë. Entre las féminas, la armada naranja hizo valer su favoritismo y copó el podio con Inge Van der Heijden, Fleur Nagengast y Ceylin del Carmen Alvarado. Un grupo de once corredoras aguantó hasta la última vuelta, cuando las neerlandesas pusieron de manifiesto su superioridad en los tramos más técnicos. Luisa Ibarrola fue la mejor sub23 española, 26ã por delante de Irene Trabazo (32ã), Sofía Rodríguez (33ã) y Paula Díaz (38ã).
PRIMERA VUELTA DE ENSUEÑO
Los podios de Carlos Canal en las dos últimas Copas del Mundo convirtieron la carrera de los júniors en la más esperada por las posibilidades de que el gallego pudiera hacer historia. Ni él ni Gonzalo Inguanzo decepcionaron; muy al contrario, hicieron que se nos cayera la baba protagonizando una salida memorable. El cántabro llegó a ser cabeza de carrera en varias fases de la primera vuelta y tras él, siempre entre los cinco primeros, aparecía Canal, aunque la alegría nos duró poco. Al ciclista de Maceda se le salió la cadena y el incidente le obligó a pasarse toda la prueba remontando. Su séptima plaza sabe a medalla, puesto que sin el percance habría estado peleando
por el podio. Esa batalla la ganó el británico Ben Tulett, cuyo ataque en la tercera de las siete vueltas no pudo ser contrarrestado por los belgas Witse Meeussen -plata- y Ryan Cortjens -bronce-. Por su parte, Inguanzo, con un problema con las calas, fue reculando a partir del segundo giro para terminar en un nada desdeñable 16ë lugar. A los tres debutantes, Miguel Sánchez (35ë), Igor Arrieta (43ë) e Ibai Ruiz de Arcaute (64ë), sólo cabía pedirles que disfrutaran y fueran acumulando experiencia para próximas citas.