JAIME CASTRILLO
El jacetano del Movistar Team espera seguir progresando en 2019 tras un debut como profesional marcado por el trabajo de equipo y una notable actuación en el Mundial sub23.
Perfil del oscense de Movistar Team.
La villa de Jaca, la popular perla del Pirineo, guarda desde hace muchísimo una especial relación con el ciclismo de primer nivel. En ella vino al mundo José María Javierre, quien nacionalizado francés y rebautizado como Joseph Habierre fue en 1909 el primer corredor nacido en España que disputó y concluyó el Tour de Francia. La historia tardó casi un siglo en salir a la luz hasta que dio con ella Francisco García Albares, uno de nuestros más destacados documentalistas. Hasta entonces constaba erróneamente como pionero el vizcaíno Vicente Blanco, el Cojo. Cien años después, Javierre podría tener sucesor a nivel local en Jaime Castrillo. El ciclista de Movistar, nacido en 1996 en Bilbao pero jacetano de adopción y sentimiento, apunta alto en un deporte donde debería superar las lejanas hazañas de su predecesor. Su exitosa trayectoria por las categorías inferiores le permitió debutar en profesionales en 2018 con protagonismo incluido en su segundo día de competición en el Tour Down Under. ª Salté pensando en las bonificaciones y estar delante en la general. Lo curioso es que ha vuelto a suceder lo mismo; he regresado y de nuevo me escapé en la segunda etapaº , nos comenta analizando sus dos participaciones en la prueba más importante del continente oceánico. ª Pedí al equipo estar presente las dos veces. El cambio es muy fuerte frente al clima que tengo en casa, pero vuelves con un buen bagaje de entreno y competición. La carrera está muy bien organizada. Es increíble la cantidad de aficionados que nos vienen a ver en bicicleta, hay una afición tremendaº. La prudencia le obligó
a abandonar en la última etapa por un golpe que recibió en un enganchón.
ARRANQUE MEDIDO
Desde su inicio australiano hasta el cierre de octubre participando en Il Lombardia, Castrillo culminó una primera temporada saldada con 56 días de competición. ª Poco a poco te vas adaptando a lo que te piden y al estilo de correr de los profesionales. Me tocó tirar mucho del pelotón y aprender cómo se desarrollan las carreras y sus tiempos, una buena escuela de aprendizaje donde pules errores y mejoras conforme compites. Con los meses vi que cada vez iba a más y a partir del verano pude empezar a meterme en alguna fuga seria. En Burgos, por ejemplo, y pese a la paliza de trabajo de los días previos, me escapé en la última etapa camino de las Lagunas de Neilaº. Ese mismo mes de agosto debía llegar -en este caso con la selección española- uno de sus momentos álgidos, el Tour del Porvenir. Una caída le alejó de toda chance en la general. ª Me veía para disputar, pero se acabaron mis opciones y desde entonces me dediqué a ayudar a Fernando -Barceló-, que estuvo excepcional como demostró en Val d'Isèreº. También compitió con la selección en la crono individual y la prueba en ruta del Mundial sub23. En la segunda se dejó ver con los mejores hasta el final, terminando en un brillante sexto lugar justo delante de una de las más renombradas estrellas de la categoría, el esloveno Pogacar. ª Ese resultado me vino muy bien a modo de desbloqueo mental. Era lo que le faltaba a mi temporada para convencerme de poder dar un paso
másº. Frente a lo sucedido semanas antes en suelo francés, sus expectativas al llegar a Innsbruck no eran demasiado elevadas. ª Me vi descolgado en un enganchón, pero empalmé sin demasiados problemas. Luego me fui encontrando mejor y procuré estar tranquilo. Sabía que quedábamos pocos y con mucho nivel. Mi baza era intentarlo en la última subida sin volverme loco en los cortes anterioresº. Integrado en un grupo perseguidor del terceto que se jugó las medallas, volvió a atacar dentro del kilómetro final para concluir sexto. ªAunque no conseguí una medalla, fue una gran alegría. Para ganar un Mundial hay que estar muy confiado y a mí me costó. Intenté jugar con mis fuerzas, que tampoco eran las mejoresº. Ese punto de forma le permitió ser integrante de la alineación del conjunto telefónico para las clásicas de otoño, Piemonte y Lombardía, donde compartió kilómetros de competición con Alejandro Valverde en el estreno de su maillot arcoíris. ª Deportivamente fue muy especial, uno de los mejores momentos del año. Alejandro me sorprendió por su tremenda calidad humana. Es uno más del grupo y viéndole comportarse no te das cuenta del palmarés que atesora. Me pareció una persona humilde y muy buen compañeroº. Con los otros dos cabezas de cartel de Movistar Team, Nairo Quintana y Mikel Landa, no cruzó su calendario a la espera de este 2019 donde su programa señala un esquema similar de competiciones. ª Irá en una línea parecida. Lo normal será introducir a partir del verano alguna otra vuelta por etapas del World Tour. Por ahora sólo he corrido el Dauphinéº. Las tres grandes vueltas parecen aún lejos de su horizonte. ª Pero con trabajo, paciencia y si acaba surgiendo, por supuesto que lo aprovecharíaº.
LA VÍA LIZARTE
Representante junto a seis de sus compañeros -Amador, Arcas, Carapaz, Carretero, Pedrero y Soler- de la inagotable factoría de talento que es el Lizarte navarro, Jaime vivió un fulgurante paso por las categorías de formación desde que debutó en cadetes de segundo año. ª Me apunté con el Club Ciclista Oscense y esa temporada ya empecé a ganar carreras. En juveniles seguí con el Huesca La Magia, un gran equipo que echaremos en falta ahora que desaparece y me permitió mostrarme junto a los mejores ciclistas del paísº. El primer lugar del Campeonato de España conquistado en Mazarrón fue la rúbrica a una temporada que le condujo al equipo de Manolo Azcona y Juanjo Oroz. ªA los dos les estoy tremendamente agradecido por lo que hicieron por mí y lo mucho que me enseñaron. Tuve las mayores facilidades para progresar y guardo una cantidad tremenda de buenos recuerdosº. Brillante y sólido en todos
los terrenos, selló su pase a profesionales después de tres años como sub23 donde se mostró extremadamente regular. Fue el único español que consiguió ganarse una plaza en el World Tour. ª Sabía que me tendrían en cuenta para subir si seguía en esa línea y en verano recibí la llamada de Eusebio -Unzué-. Firmé cuando volvía a casa tras una carrera del Torneo Lehendakariº. Entre las siete victorias de su palmarés sub23 destaca un nuevo título nacional, el de contrarreloj individual conquistado en Soria por delante de su paisano Sergio Samitier. Junto a él, su compañero Jorge Arcas y el oscense Fernando Barceló componen un inusual póquer que ha llevado al ciclismo de Huesca a vivir una de las mejores épocas de su modesta historia. ª He tenido la suerte de compartir equipo con todos; con Jorge en Lizarte y Movistar; con Sergio de juvenil en el Huesca La Magia; y con Fernando cuando debuté como cadete con el Lasaosa CC Oscenseº.