VUELTA A MURCIA
Luis León Sánchez sumó su segunda Vuelta a Murcia consecutiva tras ganarle la partida a su ilustre paisano, Alejandro Valverde. Pello Bilbao, vencedor en San Javier, completó el copo de un Astana intratable.
Luis León Sánchez materializó la superioridad del Astana.
¿La maldición del arcoíris? No lo creemos. Que Alejandro Valverde no se estrenara vestido de campeón mundial en la 39ã Vuelta Ciclista a la Región de Murcia Costa Cálida se debe más bien a que hay una escuadra que también viste de azul -celeste- y que está que se sale en este comienzo de temporada. Allá donde corren mojan, incluso cuando se reparten en triple frente. A la vez que Supermán López triunfaba en tierras colombianas y el mayor de los Izagirre hacía lo propio en Francia, Luis León Sánchez remató la
faena en la ronda de casa apoyado por un bloque de lujo donde hasta cuatro corredores terminaron entre los seis primeros de la general. No fue menor la exhibición del otro murciano, que lo dio todo en la ascensión a la Cresta del Gallo para intentar cambiar las tornas y recuperar el trono que el de Mula le arrebató el año pasado en un mano a mano que reeditaron. Le llegó a soltar, pero no pudo impedir que volviera hasta él para ganarle la partida en el sprint que disputaron en la Gran Vía Escultor Salzillo de la capital murciana. Doble alegría para la afición local, que además de ver cómo la carrera de su tierra recuperaba el estatus de vuelta después de seis ediciones -desde 2013disputadas como prueba de un día, se encontró con el regalo del dominio de los dos ídolos locales.
PELLO, PRIMER LÍDER
La etapa inicial, 188 kilómetros entre Yecla y San Javier, apuntaba a una llegada masiva, puesto que la inclusión del alto Cabezo de la Plata -un tercera de 4,9 kilómetros con una pendiente media del 3,65% y rampas máximas del 8%-, situado a 34 km de meta, no hacía presagiar un desenlace como el que terminó sucediendo tras la tremenda batalla desencadenada en sus rampas. Los primeros 150 kilómetros fueron tranquilos y tuvieron como protagonistas a 7 corredores: Mikel Alonso (Fundación Euskadi), Robin Carpenter (Rally UHC),
Nuno Bico (Burgos BH), Isaac Cantón (Kometa), Denis Nekrasov (GazpromRusVelo), Perrig Quéméneur (Direct Energie) y Mathias De Witte (RoompotCharles), que circularon con más de tres minutos de adelanto para terminar cazados en las primeras estribaciones del puerto. A continuación se desencadenó la
ofensiva celeste que mantendría la emoción por todo lo alto ya hasta el final. Hasta cuatro integrantes del conjunto kazajo -Luis León Sánchez, Omar Fraile, Pello Bilbao y Jakob Fuglsang- ponían tierra de por medio junto a dos Movistar -Alejandro Valverde y Rubén Fernández- y un Bora -Patrick Konrad-. Una vez coronado el alto se terminaba reagrupando tras ellos un pelotón de una treintena de unidades que no arrojó la toalla y empezó a recortar los 40 segundos que habían cogido los siete de delante. Con la ventaja estabilizada en torno a 20'' entraron en los dos últimos kilómetros, en los que Astana aprovechó la superioridad numérica para resolver a su favor. Lo intentó primero Luisle, pero Valverde se pegó a su estela. Fuglsang trató de darle continuidad, también sin éxito. Y ya dentro de los mil metros finales saltó Pello Bilbao, que sí consiguió abrir un pequeño hueco que le permitió levantar los brazos con tres segundos sobre Omar Fraile y Luis León Sánchez. El inmejorable premio a la maniobra fue copar el podio.
MANO A MANO LOCAL
El plato fuerte, que debía decidir la general, se encontraba en la segunda y definitiva jornada: 177,3 kilómetros entre Beniel y Murcia, con las subidas a El Garruchal (3ã), Aledo (3ã), Collado Bermejo (1ã y Cima Marco Pantani) y la Cresta del Gallo (2ã) a doce kilómetros de la conclusión. Con semejante programa, salvo algunas escaramuzas como la que dejó en cabeza a una decena de corredores subiendo El Garruchal, se aplazaron las hostilidades hasta la ascensión al coloso del día, el Collado Bermejo, donde Jakob Fuglsang iba a lucirse y a conquistar la Cima Marco Pantani, que a la postre le otorgó el reinado de la montaña. Mediada la ascensión se marchó en compañía de Howson, Barbero y Zoidl, para posteriormente quedarse solo en cabeza y coronar destacado. En el descenso se le juntaría el neo Antonio Jesús Soto (Fundación Euskadi), que brilló en su tierra, y los dos rodarían unos kilómetros más antes de ser alcanzados por los favoritos. Concluida su aventura, el danés siguió trabajando para Bilbao y Sánchez, poniendo un elevado ritmo en cabeza hasta que la carrera se rompió definitivamente en la Cresta del Gallo. Allí, Rojas y Rubén Fernández aceleraron para que Valverde se marchara con uno de sus explosivos ataques que sólo pudo seguir Luis León Sánchez. El campeón del mundo continuó lanzando demarrajes hasta que logró soltarle ya cerca de la cima. Coronó con una docena de segundos, pero en el descenso y posterior llano el ciclista del Astana volvió a juntarse con él. Se repetía el escenario de 2018, con los dos campeones locales llegando destacados a la capital para decidir el vencedor. Emoción suprema: separados por un solo puesto, quien ganara la etapa se llevaría también la general. Por velocidad parecía favorito Valverde, pero hace un año se había impuesto Sánchez y su enorme momento de forma volvió a decantar la pugna en su favor. El maillot arcoíris no pudo responder a su brutal arrancada y entró en meta aplaudiendo a su adversario.