Conexión total
Con su AXS, la apuesta de SRAM por la electrónica se convierte en total. En lo que respecta a la parte física destaca la aparente robustez de sus componentes, lo que tiene como peaje que no sea un grupo especialmente ligero. A cambio, el funcionamiento es exquisito, ganando en suavidad y rapidez de respuesta. También importante es su filosofía en el escalado de los desarrollos gracias a la inclusión de sus núcleos XDR, que permiten albergar un piñón de 10 dientes obteniendo saltos entre combinaciones contenidos y, a la vez, gracias al piñón extra, abarcar mayor rango entre extremos. Por último, nos gustaría destacar sus frenos, a los que la firma norteamericana ha dotado de mayor mordiente y un tacto más directo con un menor recorrido de la palanca, resultando la frenada más contundente. Las manetas siguen siendo grandes en comparación con las de los rivales, un aspecto en el que hubiéramos agradecido un rediseño, pero su ergonomía es buena y el tacto de los pulsadores nítido.