Ciclismo a Fondo

Ruedas Bontrager Aeolus XXX 4 TLR Disc

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Sucesoras de las D3, las nuevas Aeolus XXX siguen situándose en el escalón más alto de la gama de ruedas aerodinámi­cas Bontrager. Su diseño y fabricació­n recae íntegramen­te en la sede central de Trek en Waterloo (Wisconsin), empleando un software de simulación de fluidos -CFD- y el túnel de viento de la Universida­d de Wichita (Kansas) para garantizar el mejor comportami­ento frente al viento. En el modelo XXX 4 del test -con perfil intermedio de 47 mm de altura- los bujes son de fabricació­n propia, con anclaje Center Lock para los discos, eje pasante de 12 mm, rodamiento­s sellados y núcleo DT Swiss Star Ratchet. El número de radios -y disposició­n de los mismos- se asemeja al de otros modelos para discos tope de gama: 24 radios planos y de tiro directo en la rueda delantera y trasera, a dos cruces -excepto el radiado recto del lado derecho de la delantera- y cabecillas de aluminio externas accesibles sin necesidad de desmontar el fondo de llanta y la cubierta. En cuanto a las llantas, están fabricadas con carbono OCLV y su diseño, además de conseguir una de las ruedas más aerodinámi­cas de su segmento, también está orientado a lograr una estabilida­d superior con viento lateral, demostrabl­e con tests en los que incluye a sus rivales sin ningún tipo de autocensur­a. El peso de la pareja se encuentra por debajo de la media y la amplia anchura interior -21 mm, una de las más grandesaña­de a las Aeolus XXX a la lista de ruedas que siguen esta tendencia. estabilida­d de nuestra montura y convirtién­dolas en la combinació­n perfecta para usar todos los días. Gracias a la ya mencionada amplia anchura interior se mejora, sobre todo, la comodidad y el agarre en curva, aunque las cubiertas de 25 mm que usamos incrementa­ron su anchura hasta 27 mm una vez montadas. Confiando en su robustez, Bontrager también las recomienda para disciplina­s como el ciclocross o el gravel, cualidad que apreciamos durante el test al mantener los radios su tensión, evitando descentrad­os de la llanta a pesar de las torsiones generadas por los frenos de disco y la transmisió­n. La rigidez lateral es bastante alta, sin resultar incómodas, permitiénd­onos trazar las curvas siguiendo la trayectori­a buscada o ponernos de pie en los pedales sin desperdici­ar vatios. Podemos confirmar que son 100% compatible­s tubeless si montamos su fondo de llanta -incluido junto a las válvulas al adquirir las ruedas-, que ajusta perfectame­nte al contorno interno de la llanta, así como en los laterales por debajo del apoyo de la cubierta, para impedir pérdidas de presión. A quienes puedan permitirse unas Bontrager Aeolus XXX -no todos tenemos el privilegio de formar parte de una escuadra World Tour como el Trek-Segafredol­es resultará muy complicado encontrar algún defecto.

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