Chaqueta Gore C7 Windstopper Pro
La popularidad de Gore como fabricante de tejidos específicos para invierno, como el Windstopper o Gore-Tex, hace que en ocasiones olvidemos que también tiene sus propias colecciones de ropa, un hecho que está contrarrestando últimamente ampliando sus gamas y, en el caso de nuestro deporte, con el fichaje de Fabian Cancellara como embajador. Una de las novedades de la temporada otoño/ invierno ha sido esta chaqueta C7 Windstopper Pro, que se ha convertido en una de las prendas que más hemos utilizado, incluso en el inicio de la primavera, por su amplio rango de uso: desde las bajas temperaturas del interior de la Península -combinada sólo con una camiseta térmica gruesa nos hemos sentido cómodos incluso por debajo de los 5 ºC que aconseja la marca-, hasta salidas con temperaturas medias en torno a 15 ºC -y máximas cercanas a 20-, en las que debajo ha bastado una camiseta de rejilla. En su construcción se combinan paneles de Polartec Alpha en el pecho y la parte alta de la espalda con la membrana Windstopper de Gore, consiguiendo una chaqueta que ofrece un notable aislamiento, pero relativamente ligera y que se ajusta muy bien gracias a sus diferentes piezas. Esa es la característica que más nos ha gustado, junto a la magnífica transpirabilidad del Alpha, del que tenemos que alabar de nuevo -como ya nos demostró en otros modelos de nuestra comparativa de enero- que nos hace olvidar la incómoda sensación del sudor acumulado cuando nos esforzamos en un repecho. Además de su ajuste casi como un maillot gracias a que se ciñe en la cintura, aunque quizá los ciclistas más delgados echen en falta una talla XS -nosotros probamos la talla S con 1,79 m y 72 kg-, en su construcción destacan detalles como la parte trasera un poco más larga para protegernos de salpicaduras, las aperturas laterales para una mayor ventilación en las axilas y las cremalleras en los puños para ajustarse a los guantes. El interior del cuello tiene un forro de tacto muy agradable, mientras que las mangas y el cuello están rematados con piezas planas muy cómodas y flexibles, e incluye elementos reflectantes -aunque nos gustaría que el negro gozase de menor protagonismo y la chaqueta estuviese disponible en colores más visibles en la carretera-. El precio es alto, al nivel de otros modelos tope de gama con los que compite por la calidad que nos ha demostrado, pero es una prenda que cubre diferentes condiciones meteorológicas e incluso puede ser la única opción para pasar desde el otoño a la primavera en las zonas donde las temperaturas no son extremas.