Clara encuentra su sitio

Tiene 23 años y se formó en las filas del potente Cervélo-Bigla, donde militó cuatro temporadas y tuvo como compañeras a la propia Moolman-Pasio, Lepistö o Cecilie Ludwig. El triunfo de Clara Koppenburg en la Setmana Valenciana supone el primero de una ciclista a la que le ha costado disponer de oportunidades. "En Valencia ha sido la primera botella de champán que he tenido en mis manos. Ashleigh MoolmanPasio tuvo que ayudarme a descorcharla -ríe-. Tengo que entrenar más en cómo abrir champán", admitía nada más bajarse del podio instalado en la Plaza Cronista Chabret de Sagunto. El final de 2018 fue tormentoso en el seno del Cervélo-Bigla, ya que varias corredoras denunciaron en el rotativo Volkskrant haber sufrido bullying e insultos por parte del dueño del equipo Thomas Campana. Koppenburg logró su resultado más destacado del año pasado en la Emakumeen Bira, al meterse en la fuga de nueve corredoras de la penúltima etapa camino de Aretxabaleta. Acabó tercera y se situó cuarta en la general, aunque el golpe de mano de la australiana Spratt en la jornada final le hizo ceder más de tres minutos y bajar hasta la novena posición. Tras hacerse con el liderato en el Xorret del Catí, el WNT-Rotor no lo tuvo fácil para mantener el maillot naranja. "Los últimos 50 kilómetros fueron una locura -asegura Clara-. Paladin y Moolman-Pasio no pararon de atacarme, pero el equipo hizo un buen trabajo y vivir la sensación de contar con todas las compañeras entregadas al cien por cien hacia mí fue increíble. Esta victoria es la mejor forma de comenzar la temporada. Demostramos que el equipo está muy unido y con el trabajo de todas conseguiremos más éxitos en los próximos meses".