Exhibición instantánea

Annemiek Van Vleuten ha vuelto a lo grande. "Y eso que después de romperme la rodilla en el Mundial pensé que no llegaría a tiempo para disputar las clásicas". Pero lo logró, y además firmando una poderosa exhibición en solitario en el que era apenas su segundo día de competición en 2019. La holandesa del Mitchelton-Scott arrancó a falta de 12 km para la meta de la Piazza del Campo, en el octavo y último tramo de sterrato que incluía el trazado de la prueba femenina -primera cita del UCI Women’s World Tour-, y ya nadie pudo darle caza. El grupo de supervivientes, apenas una decena de corredoras, no se puso de acuerdo para restarle el medio minuto que enseguida alcanzó. Con ello se presentó en el centro de Siena para coronarse por delante de la danesa Annika Langvad (Boels-Dolmans), impresionante en su salto a la carretera desde el mountain bike, y la polaca Katarzyna Niewiadoma (Canyon-SRAM). Van Vleuten no ocultaba su felicidad. "Es una de las mejores victorias de mi carrera. Ataqué exactamente donde había planeado hacerlo. Sólo tenía una compañera de equipo a mi lado, Lucy Kennedy. No éramos mayoría, así que jugamos un poco al póquer y pensé que había que atacar fuerte en una de las subidas. Esperé a ese momento y lo logré. Es un sueño hecho realidad". En cuanto a las españolas, Alicia González (Movistar Team) -en la imagen- se metió en un corte de cuarenta corredoras donde también estuvieron sus compañeras Aude Biannic -acabó 15ª, dos pinchazos incluidos- y Malgorzata Jasinska. La asturiana buscó los ataques antes de entrar en la parte final. Lourdes Oyarbide y Gloria Rodríguez se vieron lastradas por una caída, afortunadamente sin consecuencias.