Van der Poel, naturalmente
El campeón prodigioso, la perla que todo el mundo veía venir, ya está aquí. Mathieu Van der Poel sumó su victoria más prestigiosa lejos del barro en la clásica belga, que resultó tan caótica como seductora para el espectador.
A través de Flandes es esa clásica a mitad de semana del monumental De Ronde que algunas estrellas de los adoquines se saltan pensando en el domingo. Ellos se lo perdieron. Koch (CCC), Oliveira (Movistar), Sinkeldam (Groupama-FDJ), Bizjigitov (Astana), Pöstlberger (Bora), Hepburn (Mitchelton-Scott), Boeckmans (Vital Concept) y Räim (Cycling Academy) formaron la fuga tempranera. Nada fuera de lo normal salvo que uno de sus integrantes, el campeón austriaco, aguantó hasta el final luchando por el triunfo. Un Dillier en la París-Roubaix de 2018 en toda regla, vamos. Además de por su excelente rendimiento, Lukas Pöstlberger fue el foco de atención en el jaleo organizativo que se montó cuando se detuvo la carrera tratando de evitar que se juntara con el pelotón de la prueba femenina. Cuando se reanudó arrancaron primero todos los escapados salvo el del Bora, que terminó remolcado por una moto de televisión... ¡y entrevistado al mismo tiempo! hasta llegar a su altura.
EL INSTINTO DE CORTINA
El ataque decisivo se produjo muy lejos de la meta de Waregem -faltaban 60 km- y se debió al atrevimiento de Iván García Cortina. "Fue un movimiento instintivo. García Cortina arrancó y le di continuidad. Era el momento idóneo para anticiparse a todos", apuntó luego el ganador. Asgreen, Cortina, De Bondt, Turgis y Van der Poel afrontaron la subida al Taaienberg, donde sólo el asturiano de Bahrain-Merida y el francés de Direct Energie aguantaron el ritmo desbocado del campeón mundial de ciclocross. El portugués Nelson Oliveira (Movistar Team) marchaba destacado, pero una avería lo eliminó dejando a Pöstlberger como único superviviente de los fugados que recibió la compañía de Van der Poel, Turgis, Benoot y Jungels, estos dos últimos gracias a su acelerón en el Knokteberg. A Iván García Cortina le faltó muy poco para resistir con ellos y acabó 16º pese a ponerse a trabajar en el grupo principal cuando fue alcanzado. Jumbo-Visma, Team Sky y sobre todo el Groupama-FDJ de Arnaud Démare trataron sin éxito de neutralizar al quinteto. En el desenlace no hubo historia: Van der Poel era el más rápido y el más fuerte. Primera victoria en el World Tour para el holandés del Corendon-Circus por delante de un bravo Anthony Turgis, de Bob Jungels, excelente en la primera campaña que ha apostado por los adoquines, y del incansable Lukas Pöstlberger.