Retorno contra viento y marea
El domingo 7 de abril no nos quisimos perder el regreso al calendario de la marcha a la que da nombre el ganador del Tour 2008, Carlos Sastre, quien a los mandos de la organización solventó una jornada complicada en lo climatológico.
Entre los años 2009 y 2012, la marcha organizada por Carlos Sastre por algunas de las carreteras que más ciclistas profesionales han dado a nuestro país se ganó por méritos propios el favor de los ciclistas hasta que las dificultades impuestas por las autoridades de tráfico obligaron a renunciar a su celebración.
CON NIEVE Y CON 'PURITO'
En este 2019 se ha recuperado la sintonía y hace unos meses encontrábamos el anuncio del regreso de una prueba con el sabor especial de esos eventos en los que el participante no es un mero número. En el menú del día, el tradicional recorrido de 123 kilómetros y 2.100 metros de desnivel acumulado con las ascensiones a Navalacruz, Barajas y San Juan de la Nava, además de una buena dosis de terreno rompepiernas. Sin embargo, Ávila, Sierra de Gredos y mes de abril no suele ser una buena combinación. Pese a los meses secos y cálidos que hemos sufrido, el invierno por fin ha llegado y, si el jueves anterior a la marcha nos encontrábamos haciendo fotos en el puerto de Serranillos para el reportaje que aparece en la revista Bicisport que tenéis en el kiosco desde hace unos días, un par de jornadas más tarde, la nieve, el frío y el viento tomaban prácticamente todo el país. La mañana de la marcha parecía que tendríamos una tregua. Allí nos dimos cita unos 300 participantes, incluidos Joaquim Purito Rodríguez, Ángel Edo y la ultrafondista Ziortza Villa. Entre la
organización, con Carlos Sastre al mando de todo, caras de preocupación hasta que nos informan que en la parte más alta de la ruta, la zona del alto de Barajas, la nieve y el hielo han causado estragos en la carretera haciendo imposible el tránsito por esa zona, por lo que todos los participantes recorreremos la opción corta, que deja la ruta en 91 kilómetros con 1.500 metros de desnivel. Las complicaciones meteorológicas también afectaron a la primera ascensión, el puerto de Navalacruz, lo que provocó el retraso de una hora y media en la salida hasta que las máquinas quitanieves dejaron limpia la ruta. Unos inconvenientes que fueron acogidos con total comprensión por los participantes, un aspecto que desde la organización nos agradecieron a todos, nosotros incluidos, los que estuvimos en la salida pasando frío a la espera de ponernos en marcha. Pese al día dantesco que se presagiaba, sólo el viento frontal y las bajas temperaturas en Navalacruz nos pusieron en dificultades, dejándonos a cambio una preciosa estampa invernal. El regreso, recorriendo a media altura el valle del Alberche, nos permitió disfrutar de un agradable rodar en compañía de Purito y los montones de anécdotas que nos iba contando del paso por estas carreteras en su etapa profesional. Al final resultó una gran mañana de ciclismo que, pese a las circunstancias, nos deja un fantástico sabor de boca en una prueba que, esperamos, vuelva a ser uno de los referentes de la zona centro.