"Lo he visto más cerca de lo esperado"
Para ser octavo en la primera ocasión que te cuelgas un dorsal en todo un Tour de Flandes hay que tener algo especial. Talento. Clase. Nada nuevo en Alejandro Valverde, sólo la enésima constatación. Porque el murciano pasó de decir que "tengo un 90% de posibilidades de no ganar", algo de lo que estaba plenamente convencido, a hacernos soñar. Estuvo siempre en cabeza, con los mejores, sufrió en Oude Kwaremont, pero se permitió el lujo de atacar y hacer brillar el maillot arcoíris con una maestría propia de los elegidos. "Lo he visto más cerca de lo que pensaba". Ya en el autobús, finalizada la carrera, narró que "una vez seleccionado un poco el grupo, noté buenas sensaciones e intenté subir todos los muros delante. Según avanzaba la carrera las fuerzas estaban más justas, el grupo se redujo, era más fácil limar y mantenerse delante. Eso me iba muy bien". Se le vio perder unos metros en el tercer paso por el Kwaremont. "Se cortó delante un corredor, esperé un poco y en la segunda parte ya pude enlazar. El Paterberg lo subí bien", pero después, con el ataque de Bettiol, no había nada que hacer pese a moverse junto a Van der Poel. "Era demasiado difícil porque había gente muy rápida ahí. En la subida de la última cota nos fuimos cuatro e intentamos colaborar. Enseguida vino otro grupo y era muy complicado. No iba a gastar yo más que los demás", argumentó. La inexperiencia no se le notó en ningún momento. "Llevo muchos años como profesional y he corrido todo tipo de clásicas, aunque de pavés, no. Está claro que hay que conocerlas, pero la experiencia ya la tengo". Entonces, ¿volverás el año que viene para ganarla?, le preguntaban en meta. "Hombre, para ganarla no lo sé. Me ha ido muy bien y ahora tengo ganas de pensar en ello. Estar en el grupo de los primeros me da más confianza".