Una carrera como una catedral
La noruega Stine Borgli (WRC) obtuvo a sus 28 años el mayor éxito de su carrera deportiva en la Vuelta a Burgos. Su posición adelantada en la primera etapa, que conquistó al sprint la joven holandesa Swinkels (Alé-Cipollini), respecto a Soraya Paladin y Mavi García, que serían sus principales rivales, le permitió mantener el maillot morado que vistió desde el final de la tercera jornada, la reina. Paladin enlazó victorias en Poza de la Sal -por delante de Mavi- y en el alto de Rosales -precediendo a la propia Borgli-, firmando un 3 de 3 inicial para el equipo Alé-Cipollini. Movistar Team no se quería ir de vacío y la encargada de hacerlo realidad fue Lourdes Oyarbide, que cerró la ronda con un incontestable ataque. Entró en Villarcayo con un minuto de ventaja sobre el pelotón encabezado por Jelena Eric y Sandra Alonso (Bizkaia-Durango). La clasificación general no se movió y con cuatro ciclistas en el mismo tiempo, el orden del podio -Borgli, Paladin y García- lo decidió el puntómetro. Eva Anguela (Madrid Team) revalidó su triunfo en júnior y ganó la primera etapa, mientras la segunda se la apuntó la lusa Daniela Campos. En cadetes dominio de la francesa Alice Barbotin, que se anotó los dos parciales, el primero escapada con Estela Domínguez (Río Miera-Meruelo) y el segundo al sprint.