Orgullo de clase
En una edición del Giro notablemente cumplimentada por la clase media del ciclismo italiano, dos etapas y tres clasificaciones secundarias han acabado en manos de dos de sus equipos de categoría Profesional Continental. Fausto Masnada (Androni Giocattoli-Sidermec) personificó, gracias a su botín acumulado, el brillante papel de los integrantes de estas formaciones, imprescindibles año tras año en el ecosistema de la prueba, y que ven ahora su futuro cuestionado con la nueva reforma de la UCI. Se habla de una reestructuración que podría elevar a veinte el número de conjuntos de categoría World Tour, y adjudicaría directamente para las grandes vueltas otras dos plazas que a día de hoy parecen lejos de su alcance. Entre Bolonia y Verona, el bergamasco que corre en la peculiar estructura del inefable Gianni Savio acumuló una etapa (San Giovanni Rotondo), un tercer y un cuarto lugar en otras dos (Ponte di Legno y Anterselva); la primera posición en la Cima Coppi, el Passo Manghen; y la victoria final en las clasificaciones de la combatividad y las metas volantes... además de terminar segundo en la montaña y cuarto en la regularidad. No es de extrañar por ello, y por su rendimiento de los meses previos, que la primera división llame a su puerta desde hace semanas. El CCC Team polaco, necesitado de refuerzos con la campaña tan pobre que está firmando, suena como probable destino de este escalador, que ya disputó en 2016 unos meses a prueba en la máxima categoría con el conjunto Lampre-Merida. Originario de Bérgamo, uno de los epicentros del ciclismo transalpino donde nació hace 25 primaveras, Masnada vivió desde los seis años una carrera prototípica; numerosas victorias en categorías inferiores que culminaron con el paso a una de las estructuras estelares del campo sub23 en su país, el Team Colpack. Desde hace dos temporadas es profesional con el Androni Giocattoli, en las que ha conseguido como triunfos más destacados el Tour de Hainan y este año dos parciales del Tour de los Alpes. El Anguila, como le conocen en el equipo por su modo de moverse sobre la bicicleta, apunta según sus palabras a corredor de vueltas por etapas, aunque en el Giro de 2019 se mostró además especialmente ofensivo y certero a lo largo de las tres semanas de competición. "Se la dedico a mi tío Umberto -declaraba emocionado en San Giovanni Rotondo, donde se repartió etapa y liderato con Valerio Conti-. Le pude saludar dos días antes de venir a la carrera y ahora ya no está entre nosotros".