La confirmación

A Alex Aranburu, sonrisa expresiva, se le ilumina la cara cuando explota de alegría en la meta de San Martín de Valdeiglesias. Después de lo que hizo el año pasado en Getxo en su primera victoria como profesional, Alex no es ninguna sorpresa, aunque un inicio de año complicado por las lesiones le ha hecho afrontar la temporada de manera distinta. "He ido día a día, encontrándome mejor cada semana", reconoce Aranburu, que llegó a Madrid con buenas sensaciones tras concluir segundo por detrás de Tao Geoghegan Hart en una etapa del Tour de los Alpes. El Caja Rural-Seguros RGA tenía como objetivo la segunda etapa, en la que se añadía la motivación de concluir en el pueblo del director. "Josemi me dijo desde el principio que era una etapa para mí, que se iba a hacer exigente por la primera parte y la llegada me favorecía", analiza Alex, que se ha convertido en uno de los hombres más rápidos en sprints de grupos pequeños. Sin embargo, al día siguiente le tocó vivir la cara amarga de las volatas. "El equipo trabajó todo el día muy bien y ya estábamos lanzando el sprint. Iba a coger la rueda de Aberasturi, pero se me cruzó un corredor y me enganchó. Rompí uno o dos radios y entré como pude. Perdí la general, pero por lo menos no me caí".