Insignia de oro para Contador
Es madrileño de pura cepa, pero Alberto Contador tiene un vínculo especial de por vida con Asturias y La Vueltina no quiso dejar pasar la ocasión para hacer un homenaje por todo lo alto a uno de los corredores más laureados del ciclismo español. La organización, el Club Ciclista Aramo con la maravillosa Cristina Álvarez Mendo a la cabeza, entregó al de Pinto la insignia de oro de esta edición de la Vuelta Ciclista a Asturias. "Esto es muy emocionante -declaró-. Supone un honor porque Asturias ha marcado mi vida deportiva y personal. El derrame cerebral que sufrí camino de Infiesto fue un punto de inflexión, me hizo relativizar. Y muchos de los maillots que gané después se los debo a lo vivido en Asturias". En esta tierra también puso el punto final a su carrera con el histórico triunfo de etapa en el Angliru hace ya casi dos años. "Fue un broche soñado. Asturias siempre ha sido talismán para mí", afirmó, por eso no quiso dejar pasar la ocasión para hacer un llamamiento a patrocinadores e instituciones de cara "a involucrarse cada vez más para consolidar esta prueba en el calendario. Espero que se la apoye más para que tenga la categoría que merece". En la misma línea, Cristina Álvarez Mendo habló de la importancia "de tener a los profesionales corriendo en Asturias, porque son el espejo para muchos jóvenes. Contamos con las carreteras y la afición. Nosotros nos encargamos de que todas las piezas encajen, pero para eso necesitamos financiación. El impacto directo e indirecto de la prueba es importantísimo. Cada año sube el nivel de la carrera". 94 años después de su primera edición, celebrada en 1925, Cristina asegura que "hemos pasado momentos de dificultad en los últimos tiempos, pero nos vemos con fuerzas y ganas para seguir creciendo. Por eso miro al futuro con optimismo. Vamos mejorando poco a poco y eso hace que el resultado sea ilusionante de cara al futuro. Queremos ser capaces de hacerla crecer para que los niños y jóvenes asturianos que quieran ser profesionales dispongan de un referente en la prueba de casa". Su mayor deseo es que "en 2020 la Vuelta a Asturias esté en el escalón inmediatamente inferior a las carreras World Tour. Para ello necesitamos un pequeño esfuerzo que permita tener esos diez equipos de máximo nivel y televisión en directo". Con ella al frente, luchadora incansable, no hay duda de que así será.