Dani Viejo
Después de un breve paso por el Unieuro italiano y de dejar también atrás la pista, el ovetense disfruta en su primera temporada completa como pro en el Euskadi-Murias.
¿Cómo es posible que salga un sprinter rodeado por los Picos de Europa? (Ríe) La genética no depende de dónde crezcas y te entrenes, sino de cómo naces. Gaviria es de Colombia, un nido de escaladores. Salí en Asturias que es un poco raro y en España no hay carreras para culos gordos. Pero es cuestión del cuerpo.
¿Es Asturias 'el paraíso natural' para un ciclista como dice el eslogan? ¡Sin duda! Tienes llano para entrenar, ascensos largos y cortos, como el Angliru y la Cobertoria. Puedo ir hasta Covadonga y volver o por Figaredo que es llano. Siempre con repechos. Lo peor es el tiempo, pero el verde no se pinta.
Defínete como ciclista. Rapidillo en grupos pequeños y con potencia para pasar puertos cortos. Soy explosivo. Un chaval rápido.
¿En qué te gastaste tu primer sueldo? En un potenciómetro.
¿Pista o carretera? Carretera, claramente. La pista es una especialidad en la que tienes que trabajar mucho y es muy difícil vivir de ella. Prefiero centrarme en que el equipo esté contento conmigo.
¿Qué titular te gustaría leer contigo como protagonista? DaniViejoganaunaetapa. Da igual donde sea, con una me vale.
¿A qué ciclista te gustaría parecerte? Me gusta Kristoff por la arrancada que tiene. Le da igual la distancia, siempre lanza el sprint.
Una manía confesable. Parar a tomar el café cuando entreno.
¿Tu mejor día como ciclista? ¡Hay más malos que buenos! El mejor fue cuando me dijeron que formaría parte del Euskadi-Murias.
¿Y el peor? Este año en el Tour de Omán. Me metí en la fuga de la tercera etapa, eran 200 kilómetros y a falta de veinte íbamos ya dándonos palos. Me dio una pájara tan grande que me quedé medio muerto. Casi no acabo la etapa.
¿Qué estabas haciendo cuando te llamó Jon Odriozola para anunciarte que te fichaba para el Murias? Estaba en el pueblo, ya había acabado la temporada. Me confirmaron que me firmaban y me pasaron el contrato. Estaban buscando un perfil como el mío, alguien joven. Les cuadré y confiaron en mí. Espero devolverles la confianza, hay que demostrarlo día a día.
¿A qué te hubieras dedicado de no haber sido ciclista? Seguramente a preparar algunas oposiciones, de bombero o algo así. Cuando fui al Unieuro justo acabé el Bachillerato y dejé de estudiar para apostar por la bici.
Si un genio te concediera tres deseos... Mejorar como ciclista, que alguien me dé buenos consejos y tener un buen padrino. Ainara Hernando Foto Luca Bettini/Bettini Photo