Decíamos ayer
Casi dos meses sin competir llevaba Alejandro Valverde hasta que tomó la salida en la Route d’Occitanie -la Ruta del Sur de toda la vida- y en la primera etapa, rompepiernas con final en un puerto de segunda, ya sumó la victoria, la segunda de la temporada, adelantándose al irlandés Eddie Dunbar (Ineos) en una jornada en la que también brilló Alex Aranburu (Caja Rural-Seguros RGA), 7º. La segunda y la cuarta y última supusieron una pequeña tregua en la batalla por los Pirineos. Se resolvieron al sprint pese a la tremenda combatividad reinante y Arnaud Démare no hizo prisioneros para firmar un doblete que engorda su exigua lista de éxitos en la temporada 2019. Llamativa aparición del abulense David González (Caja Rural-RGA), quinto y cuarto en ambas volatas, que comienza a sacar en profesionales las cualidades como llegador que exhibió en el pelotón amateur. La tercera, indiscutible reina con tres puertos de impresión como Hourquette d’Ancizan, Balès y el final en Luchon-Hospice de France, no decepcionó. La valentía de equipos como Euskadi-Murias, con Barceló y Samitier lanzando a un inspiradísimo Óscar Rodríguez -4º a la postre y 10º en la general final-, Ag2r e Ineos, con Sivakov destrozando la carrera en el Balès, puso las cosas muy difíciles al Movistar Team pese al enorme trabajo de Antonio Pedrero. Valverde llegó a perder contacto con Iván Sosa y Rigo Urán faltando dos kilómetros, pero el murciano tiró de casta y experiencia para enlazar con la pareja colombiana. El parcial fue para el joven del Team Ineos, pero el campeón mundial aseguraba con su segunda plaza el peculiar maillot naranja de líder, convirtiéndose en el primero en 43 años de historia de la prueba francesa que la gana dos veces consecutivas, al tiempo que alcanzaba los 125 triunfos como profesional.