Valentía ecuatoriana
Jefferson Cepeda llegó a España el verano pasado para correr a prueba con el equipo élite y sub23 de Caja Rural-Seguros RGA. Ya en la primera etapa de la Vuelta a Cantabria impresionó por sus prestaciones en la cronoescalada a La Atalaya, quedando a tres segundos de la victoria lograda por Antonio Angulo. Terminó la ronda tercero, acompañando en el podio a Óscar González (Froiz) y el propio Angulo (Rías Baixas). En la Vuelta a Valencia fue séptimo en la general. Caja Rural-RGA se había guardado un as en la manga de cara a la Vuelta a Navarra 2019; el ecuatoriano llegó a España tres días antes de la prueba. Aunque estaba previsto que diese el golpe de mano en el exigente final ubicado en el alto de Muskilda, en la penúltima etapa, el británico Simon Carr y Gerard Armillas dinamitaron la carrera. Cepeda se clasificó tras ellos a más de dos minutos, pero no se amilanó y en el epílogo salió a por todas. "Teníamos claro que para conseguir algo había que romper el pelotón antes de llegar al final. Al haber tanta gente con el mismo nivel, debía aprovechar las fuerzas de mis compañeros para ello. Debutar con el equipo de esta forma me hace muy feliz. Tanto para mí como para mi país es un gran día con mi triunfo y el de Carapaz en el Giro. La victoria me da moral para lo que venga; tengo muchas ganas de seguir demostrando". Una semana después, el ecuatoriano alargó la racha y terminó segundo en la Vuelta a Salamanca después de vencer en la segunda
etapa, escapado cincuenta kilómetros con Iván Martínez (Súper Froiz). "He ido casi toda la etapa a rueda de Iván porque Eusebio Pascual venía por detrás y queríamos jugar la vuelta con él. La fuga se mantuvo porque Iván venía muy fuerte y al final me lancé", concluye Jefferson.