Cannondale Topstone Carbon
El modelo que supuso el estreno de la firma de Connecticut en la disciplina del gravel, la Slate, nos dejó atónitos por su horquilla de suspensión Lefty Oliver -monobrazo y con sólo 30 mm de recorrido- y su estética con ruedas de 650B y unos llamativos neumáticos anchos y lisos, aunque la marca optó luego, como en el catálogo actual, por montar modelos con tacos. A finales del año pasado conocimos la Topstone, una bici más convencional con cuadro de aluminio, ruedas de 700 y grupos de gama media y de entrada para ajustar el precio. El siguiente paso, en teoría, debía consistir en añadir un modelo con cuadro de carbono y montajes superiores, pero Cannondale ha decidido subir varios peldaños a la vez.
ROMPER LAS REGLAS
La nueva Topstone Carbon vuelve a romper las reglas con su sistema de amortiguación del triángulo posterior -con un desplazamiento de hasta 30 mm- que prescinde del amortiguador, ya que su función recae en la flexión de las vainas, tirantes y tubo vertical, logrando una ligereza y rigidez superiores a las alcanzadas por las bicis de montaña. El punto de giro -sistema LockR Pivot- consiste en un eje que atraviesa el tubo vertical y que a su vez une los tirantes para evitar movimientos independientes. Otro elemento que no podemos pasar por alto es el sistema de unión de la potencia y el manillar, ambos HollowGram SAVE, mediante un dentado que permite regular el ángulo del manillar. Las ruedas incluyen ejes pasantes con el estándar Speed Release, con el que podemos quitarlas sin retirar por completo los ejes. Los precios parten de 2.599 € -montada en Shimano 105- hasta los 5.499 € de la versión tope de gama equipada con el nuevo SRAM Force eTap AXS, la misma que ya estamos exprimiendo a fondo para un próximo test y del que os podemos adelantar que es una gravel muy eficaz en todos los terrenos, con una comodidad claramente por encima de la de otros modelos.