WILIER ZERO SLR
La aerodinámica llega a esta escaladora.
La importancia de la aerodinámica a la hora de ahorrar esfuerzos, mayor cuanto más deprisa se ruede, hace que cualquier bicicleta de competición de primer nivel deba tenerla en cuenta. Unas ventajas de las que también se pueden beneficiar las bicis ligeras.
Una firma con la competición en los genes como es Wilier, en estos últimos años de la mano del Total Direct Energie, no podía quedar al margen de esta nueva tendencia, sobre todo teniendo los ingredientes necesarios: una magnífica bici aerodinámica como la Cento10Pro
y una ligerísima escaladora en la forma de su Zero.6. El siguiente paso, que conocimos durante la presentación que la marca preparó para la prensa ciclista en su sede central de Rossano Veneto, ha sido mezclar las cualidades de ambas máquinas tratando de lograr lo que todo ciclista anhela, desde el profesional hasta el cicloturista que pelea por mejorar sus marcas en las marchas cicloturistas: una bici más rápida.
MATERIA PRIMA
Para lograr una bici ligera, es esencial contar con un cuadro que de partida no sume excesivo peso. El problema de integrar soluciones aerodinámicas es que siempre lo añaden, por lo que había que trabajar en la fabricación del bastidor para compensar lo que se engorda. Wilier lo ha hecho con una nueva combinación de fibras denominada HUS-MOD, un laminado de fibras de alto módulo entre las que se intercala una malla de LCP -polímero de cristal líquido- que cumple una doble función: por un lado aumentar
la resistencia a los impactos del cuadro y por otro mejorar el filtrado de las vibraciones provenientes de la carretera. El cuadro arroja un peso de 780 g, algo superior a los 680 de la liviana Zero.6, pero más ligera que la otra escaladora de la gama, la Zero.7, todo ello mejorando las cifras de rigidez de estas gracias al empleo de secciones asimétricas tanto en vainas como en las patas de la horquilla, que además sirven para contener las fuerzas generadas por los frenos de disco que también se incorporan como única opción a esta bici. Además, como ya es tendencia, cada talla del cuadro recibe un diseño distinto, que en el caso de esta Zero SLR queda patente en la variación del tamaño de la sección de sus tubos, para adaptar así la rigidez a la corpulencia del ciclista.
LIMPIEZA TOTAL
Eliminar elementos que generen turbulencias es esencial a la hora de lograr reducir la resistencia al viento, incluso más que los propios perfiles aerodinámicos de los tubos. Un aspecto en el que Wilier ha aplicado las mismas soluciones que en su Cento10Air, ofreciéndonos un guiado interno completo de los cables y latiguillos en todo su recorrido. Sin embargo, siendo la Zero SLR una bici de concepto escalador, no se han limitado a montar su característico manillar Alabarda, sino que han desarrollado un nuevo conjunto de manillar/potencia denominado Zero que aporta 330 g en versión de 100 mm de potencia y 42 de anchura que se encontrará disponible en longitudes desde los 90 hasta los 130 mm -esta última curiosamente con una anchura de sólo 40 cm, una petición expresa de los profesionales-. Durante la ruta de test pudimos comprobar que se muestra tremendamente rígido, reforzando la agilidad de conducción de la bici.
SIN EXCUSAS
Una de las principales pegas que los profesionales siguen poniendo al uso de frenos de disco es la lentitud del cambio de ruedas a causa de los ejes