BMC ROADMACHINE
No es una Teammachine, aunque rodando se asemeja mucho, y está muy alejada de las gran fondo al uso. La palabra cicloturista se le queda corta a la nueva Roadmachine.
La descubrimos en Suiza junto a nada menos que Cadel Evans.
En el año 2013, BMC desarrolló su primera bicicleta con orientación más rutera, un modelo que, sin romperse mucho la cabeza, bautizó como Gran Fondo. Fue la bicicleta que utilizaron los ciclistas del equipo BMC para la ParísRoubaix y en su desarrollo los ingenieros de la marca se centraron en el concepto que era la tendencia de entonces: zonas diferenciadas en el cuadro en las que algunas estaban orientadas a la comodidad y otras a la rigidez. En 2017 la marca dio un giro con la primera versión de la Roadmachine, una bici que también tenía una filosofía gran fondo, pero con un carácter diferente ya que se sumaba a la moda de las cubiertas más anchas, pero dejando de lado una pipa de dirección alta. Además, introdujo el sistema ICS con todos los cables integrados por dentro de la potencia y en su diseño se optó por los tirantes bajos,
una decisión que desde BMC reconocen que fue un riesgo, pero que el tiempo les ha dado la razón al convertirse en uno de los recursos más utilizados en la industria. La Roadmachine no era una bici para el pavés y en su actualización la marca ha mantenido esa apuesta porque, según defienden, “la gente normal no monta en pavés todos los días”. Por eso, han puesto el foco en que la bici sea apta para todo tipo de carreteras y, también, para su uso en algunos enlaces en los que haya que rodar por pistas fáciles, como por ejemplo en la Strade Bianche.
CICLOTURISTA DEPORTIVO
El público de la Roadmachine es el cicloturista en su vertiente deportiva. Es decir, el ciclista que sale a la carretera a entrenar y busca mejorar sus tiempos en las marchas cicloturistas, pero al que también le gustan las rutas de varias horas, por lo que necesita una bici que le ayude a reducir la fatiga. Así, el objetivo en el desarrollo de la Roadmachine ha sido optimizar la relación entre comodidad y rigidez, manteniendo el peso en los rangos más ajustados posible y el diseño icónico de la Roadmachine, que de hecho se parece mucho a la anterior versión. Además, se ha modificado el escalado de las tallas para conseguir una progresión más lineal en las más grandes -las tres superiores son un poco más cortas y ligeramente más altas que antes-. Ahora estará disponible en seis medidas -47, 51, 54, 56, 58 y 61-, con dos retrasos diferentes de tija -15 y 0 mm- y muchísimas opciones de potencias: desde 55 a 100 mm con ángulo de 0º y entre 90 y 130 mm con ángulo de -12º. La marca suiza anuncia un peso del cuadro de 890 g en talla 54. En su
diseño, al igual que en las afiladas patas de la horquilla, que tiene un diseño asimétrico con perfiles similares a los de la TimeMachine, se ha seguido la tecnología Tuned Compliance Concept, que aplica diferentes laminados de carbono según la zona del cuadro para ofrecer más absorción sin perder rigidez. Así, BMC promete una mejora del 20% en la conducción gracias al aumento de la rigidez torsional y que la solidez en el pedalier ha crecido un 5% respecto a la versión previa. En la potencia se mantiene el sistema ICS (Integrated Cockpit System), que integra los cables ofreciendo una estética más limpia y mejor aerodinámica, aunque se rediseña el enrutamiento de los cables para que la tensión no afecte a la maniobrabilidad en el tubo de la dirección. Las cualidades deportivas de la Roadmachine se compensan con espacio suficiente para montar cubiertas de hasta 33 mm en ambas ruedas y con el diseño de su parte trasera, donde siguen siendo protagonistas dos aspectos que la definen: la tija en forma de D, que estrena un laminado para hacerla más cómoda y un soporte en la nuez para integrar un guardabarros; y los tirantes, cuya unión con el tubo del sillín se ha bajado un centímetro. Además, los tirantes ahora son más finos y completamente rectos, algo que han conseguido aumentando el tamaño de las punteras. La Roadmachine 01, que incluye el sistema ICS en la potencia, estará disponible sólo con grupos electrónicos en 4 modelos diferentes -a partir de 6.799 € con Ultegra Di2-, mientras que la Roadmachine 02, que equipa una potencia tradicional, llegará a las tiendas en tres montajes, a partir de 2.999 € con Shimano 105.