GUILLAUME MARTIN

Máster en Filosofía, el escalador galo observa el deporte desde una perspectiva única. Será el líder del equipo Wanty-Gobert en este Tour de Francia.

Perfil del francés cortesía de Fran Reyes.

EL DEPORTE DE ÉLITE ES NIETZSCHEANO. Fue la hipótesis que defendí en mi TFM -Trabajo de Fin de Máster-. Mi experiencia como deportista de alto nivel me hizo comprender que los valores olímpicos, el "lo importante no es ganar sino participar" de Pierre de Coubertin, no tienen nada que ver con la realidad del deporte de élite. Mi experiencia se refleja mucho mejor en la obra de Friedrich Nietzsche, que nunca escribió sobre deporte pero sí dejó escrito en Así habló Zaratustra una frase que define bien cómo es la competición: "No os aconsejo la paz, sino la victoria". Se me escapa la razón por la cual intentamos enmascarar la importancia exacerbada que le conferimos a la victoria detrás de valores e ideologías bienpensantes. Parece que nos diera vergüenza aceptar que sólo nos importa y nos interesa el triunfo.

ESCRIBÍ UNA OBRA DE TEATRO COMO FORMA DE REBELIÓN. Mi madre era comediante: ejercía de actriz y también de creadora teatral. A mí en cambio nunca me ha gustado demasiado el teatro, supongo que porque las personas nos construimos oponiéndonos a nuestros padres. Por eso, hace tres años escribí una pieza teatral muy poco ortodoxa, Platon vs Platoche, en la cual Platón es psicoanalizado por Diógenes.

ESTE AÑO HE PUBLICADO MI PRIMER LIBRO. Se llama Socrate à vélo. Trata sobre un Tour de Francia imaginario en el cual participan filósofos como Sócrates, Aristóteles o Nietzsche. En él cuento tanto su preparación para la carrera como el desarrollo de la competición y aprovecho para abordar algunos aspectos del ciclismo y el deporte. Por ejemplo, defiendo la necesidad de integrar la práctica deportiva en la educación, desde la primaria hasta la universitaria, a imagen y semejanza del sistema estadounidense.

EN EL CICLISMO NO EXISTE LA DISTANCIA INTELECTUAL. Pienso que el mundillo ciclista no es diferente de cualquier otro. Es un deporte bastante democrático en el cual las cualidades físicas marcan la diferencia mucho más que el nivel intelectual o el académico. Nunca me he sentido un bicho raro dentro del ciclismo. Creo que formamos un grupo de personas bastante heterogéneo que se respeta plenamente, sin juzgarse. Sí que me alegra percibir que cada vez más ciclistas completan sus estudios antes de consagrarse plenamente a la bicicleta.

FICHÉ POR WANTY PORQUE ERA LA MEJOR OFERTA. Me formé en el CC Étupes, que por aquel entonces era el filial oficioso de FDJ. Mi último año como sub23 conseguí muy buenos resultados, con una victoria de etapa en el Tour del Porvenir o la LiejaBastoña-Lieja U23. Y sin embargo, recibí muy pocas propuestas interesantes para pasar a profesionales. Wanty fue la mejor. Se trataba de un viaje a lo desconocido, pero me encontré con un buen equipo en el que congenié con los compañeros, que confió en mí y me dio responsabilidad bien pronto. Ya he renovado dos veces mi compromiso con esta formación, la última el pasado invierno. Tenía muchísimas ofertas, pero he decidido quedarme porque me encuentro a gusto aquí.

HEMOS FICHADO A MI ENTRENADOR. Se llama Samuel Bellenoue y trabaja conmigo desde mi tercera temporada sub23. Son ya seis años juntos en los cuales hemos cultivado una relación muy estrecha. Me parece una persona muy competente y con grandes conocimientos tanto en materia de entrenamiento como en organización. En otoño del año pasado estuve negociando un posible fichaje con Ag2r, donde él trabajaba como autónomo, para poder estar en el mismo equipo. Sin embargo, no se concretó e hicimos el movimiento contrario: Wanty-Gobert le ha incorporado como preparador físico.

HICE EL TOUR 2018 CON UNA COSTILLA ROTA. No es que sea un contratiempo enorme, ¡no es lo mismo que una fractura de fémur! Se puede competir en bicicleta con esa lesión, y de hecho yo logré terminar todo un Tour de Francia. Me caí en la primera semana y sentía un dolor tremendo a la altura del pecho, pero pensaba que era sólo el golpe. Los médicos me decían que era un dolor muscular... Pero, cuando no remitió después de dos semanas, decidí hacerme una radiografía. Ahí descubrimos lo que realmente tenía. Es curioso: una vez acabado el Tour, el dolor se volvió insoportable. Creo que estaba tan concentrado en la carrera que no le prestaba atención a mi cuerpo.

NO SÉ A QUÉ IRÉ EN ESTE TOUR DE FRANCIA. Hay muchas posibilidades abiertas y no son excluyentes entre sí. A mí me gusta disputar la general por esa sensación de estar concentrado cada día, esperando al momento clave para dar el 'do' de pecho, sabiendo que la etapa de mañana es tanto o más importante que la de hoy... Sin embargo, el objetivo no sería colarme entre los veinte primeros, como los dos años anteriores, sino estar en el top10 final. Otra opción es pelear por triunfos de etapa. Me vendría bien aprender a levantar el pie en días particulares para buscar la victoria al día siguiente, pero ahora mismo es algo que no forma parte de mi filosofía.