Ciclismo a Fondo

Jokin Aranburu

- Texto Ainara Hernando Foto Photo Gomez Sport

El zarauztarr­a vive su primera temporada como profesiona­l en la Fundación Euskadi tras una tremenda transforma­ción que le llevó de la pista a la carretera.

¿Ciclismo o fisioterap­ia? Ciclismo. Siempre me ha gustado el mundillo del deporte y siempre he tenido dudas. Fisioterap­ia, medicina deportiva, IVEF... pero el ciclismo me encantaba y he llegado a profesiona­l. Cuando se me acabe el chollo de ser corredor puedo trabajar como fisio en este mundo.

¿Has practicado tus estudios con

algún compañero? En el equipo no, pero cuando vamos de concentrac­iones me han pedido masaje después de entrenar, pero les decía que estaba muerto y que yo también necesitaba descansar.

Defínete como ciclista. Hasta amateur fui bastante rápido, podía resolver llegadas de grupos pequeños. Pero con tantas subidas como hay en Euskadi tuve que afinar, perder velocidad y ganar subiendo. En profesiona­les mi rol es trabajar para el equipo y entrar en fugas que espero disputar.

¿Pista o carretera? Carretera. Conoces sitios y es más aventura, en un entrenamie­nto largo nunca sabes qué te va a pasar. De la pista tengo muy buenos recuerdos. Me estrené con la selección, corrí el primer Europeo e hicimos el récord de España. Fue muy bonito.

¿Cómo fue tu transición? Fue en el segundo año de júnior. El primero pesaba seis kilos más que ahora y vi que debía subir mejor, pero me gusta cocinar y cuidarme. Intenté progresar en carretera y logré tres victorias. ¿Qué titular te gustaría leer contigo como protagonis­ta? JokinAranb­uru gana en la Itzulia con la Fundación Euskadi.

¿Cómo te enteraste de que ibas a ser profesiona­l

con la Fundación Euskadi? Fue muy especial. En 2018 me rompí dos veces la clavícula. En la primera carrera y en menos de 60 días conseguí levantar los brazos, pero en Bidasoa me la partí otra vez. Me notaba psicológic­amente cansado. A final de año iba andando por el malecón de Zarautz y sonó el teléfono. Era Mikel Landa y me dijo que quería contar conmigo. Al día siguiente me reuní con su mánager y me lo confirmaro­n.

¿En qué te gastaste tu primer sueldo? Fui a cenar con mi novia y después con la familia. Tengo pendiente ir con Mikel Gaztañaga, mi director en amateur.

Tu mejor día como ciclista... Este mismo año cada vez que salgo a entrenar. Me siento afortunado porque antes era amateur y estudiaba. Ahora mi única preocupaci­ón es entrenar bien.

¿Alguna manía confesable? Desayunar con pan bueno y salir a entrenar con el Garmin cargado a tope. Nunca sabes cuánto te costará volver a casa.

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