"El calor del momento"

En la formación de la escapada del Tour de Francia y de otras muchas carreras profesionales se puede observar una curiosa dinámica: saltan los interesados por formar parte de la fuga del día y, acto seguido, los equipos que ejercen de patrones se colocan dibujando una fila horizontal en cabeza del pelotón para evitar nuevos ataques. Es la forma que tiene el grupo de bloquear la carrera y hacer buena una escapada. Sucede que a veces surgen inconformistas y acaecen incidentes desagradables o peligrosos. En 2018 vimos a Moscon tratando de reprimir las ganas de Elie Gesbert con un puñetazo en el casco. Este año vimos a gregarios del Deceuninck-QuickStep, como Yves Lampaert o Kasper Asgreen, imponerse físicamente para que nadie más saltara y se conformara un corte acorde a sus intereses. Por suerte o por desgracia, en la convivencia del pelotón hay ciertas dosis, lamentables, de violencia. El principal instrumento de los corredores para competir son las piernas, sí, pero entran en juego otros muchos factores: el técnico, el táctico, e incluso el social, que unas veces se expresa verbalmente y otras no. En el Tour esto queda en evidencia porque hay más cámaras para retratarlo. Camino de Gap, antes del Col de la Sentinelle, Luke Rowe y Tony Martin, capitanes de Team Ineos y Jumbo-Visma, amagaron con mandar al otro al suelo e incluso pegarse. Pese a que la realización cambió de cámara, lo vimos todos, también el VAR, y fueron expulsados. "Fue el calor del momento", se justificaron luego en un vídeo conjunto.