Viviani, un rayo frente al Palacio de Buckingham

El día previo a confirmar que dejará DeceuninckQuickStep para correr en 2020 con Cofidis, Elia Viviani sumó una nueva victoria a su prolífico palmarés; la octava de la temporada y la número 75 como profesional. Fue en la Prudential RideLondon-Surrey, clásica británica que nació en 2011 como test para los Juegos Olímpicos de Londres y que se ha consolidado hasta adquirir la categoría World Tour. Este año se disputaba sobre un recorrido de 167 kilómetros ideal para velocistas -con seis cotas de escasa entidad en su parte central-, que conducía a los ciclistas desde Londres a Surrey Hills para regresar a la capital británica y terminar en The Mall, junto al Palacio de Buckingham. Como estaba previsto, se resolvió en un sprint que estuvo condicionado por una caída a 2 km de meta, que afectó especialmente a los Bora-Hansgrohe. Apenas una treintena de ciclistas lucharon por la victoria. Viviani, perfectamente lanzado una vez más por Michael Morkov, tomó la delantera a 100 metros del final para ya no perderla. El irlandés Sam Bennett, sin compañeros, se pegó a su rueda y amenazó su triunfo, pero no pudo superarle. Morkov, tras su gran trabajo para el italiano, siguió esprintando y entró tercero, por delante de Stuyven, Jansen, Nizzolo, Kristoff y Naesen. Tremenda exhibición la del danés. Un año después de terminar segundo tras Pascal Ackermann, Elia Viviani conquistó la clásica londinense. Previamente, tres ciclistas marcharon en fuga más de 130 km: el británico Alex Dowsett, el holandés Pascal Eenkhoorn y el belga Stan Dewulf. Serían alcanzados, uno a uno, antes de entrar en los quince kilómetros finales, con el pelotón lanzado en busca del sprint. Para entonces ya se había retirado el aussie Caleb Ewan, a priori uno de los grandes favoritos, quien se quedó cortado en las cotas previas.