Pasada de frenada
Iñigo Elosegui
Con 21 años es el único español que da el salto entre la camada de talento joven que ha fichado Movistar Team. El vizcaíno, vencedor del último Memorial Valenciaga, no tiene pinta de arrugarse.
Después de ejercer como cabeza de ratón en el pelotón amateur, ¿listo para ser cola de león en el profesional? Sin duda. Por encima de todo tengo ilusión. El planteamiento no es hacer grupetas ni pasar las mínimas penurias posibles, sino ser útil al equipo.
Tres palabras para definirte como ciclista y otras tres como persona. Soy trabajador, polivalente y ambicioso; y en lo personal, sencillo, familiar y también ambicioso.
Eres el único español que da el salto con Movistar Team. ¿Eso supone presión, orgullo, un marronazo...? Ni presión, ni marronazo. Orgullo seguro, pero es más la satisfacción de conseguir el objetivo que me planteé de dar el salto directamente al World Tour. Además creo que lo hago con una buena base y me siento preparado.
¿ De no haberte dado por pedalear, hacia dónde habrías encaminado tu trayectoria laboral? Tengo interés por tantas cosas... Seguramente emprendería y abriría un negocio relacionado con alguna de mis pasiones. Estudio Administración y Dirección de Empresas y lo que menos me gusta es toda la parte de contabilidad. La rutina de hacer números en una oficina no es para mí.
¿ Con quién te hace especial ilusión encontrarte en el pelotón de los que hasta hace nada veías por la tele? Joé, no sabría quedarme con sólo uno. Soy muy friqui y me conozco hasta las aficiones de la mayoría. La forma de ser de Bardet me llama. Compartimos el gusto por estar en contacto con la naturaleza.
¿Algún problema del mundo actual que te preocupe especialmente? El calentamiento global. Me encanta la naturaleza y lo que está sucediendo es muy inquietante, mira los incendios de Australia. Hoy he escuchado en el Telediario que ya van 1.000 millones de animales muertos. Estas catástrofes, que nos afectan a todos, me impactan.
¿ Listo para echar abajo las escapadas de tus excompañeros en Lizarte que ahora os revolucionarán el gallinero con Kern Pharma? (Ríe) Eso va a estar bonito. Hace poco coincidí con Oroz y lo comentamos. Tenemos muy buen rollo, pero eso no evitará que me lo pase bien si se da el caso, porque aún no sé si coincidiremos en muchas carreras.
¿Qué grado de enganche tienes con el smartphone? Twittere Instagram lo miro bastante porque quiero estar al día y me interesan el arte, los dibujos y las fotografías. De WhatsApp no soy tan partidario, hay días que ni lo abro. Prefiero llamar por teléfono directamente.
Tu abuelo, José Antonio Momeñe, fue 4º en el Tour de Francia y 5º en La Vuelta en 1966. ¿Subirá el nieto el escalón que le faltó? Mi mayor sueño es cerrar la historia de mi abuelo, que se quedó al borde del podio en una edición muy rara. Mi ambición es esa, lograrlo 60 años después.
¿Cómo recomendarías Zierbena a un forastero? Me tiraría horas hablando de mi pueblo, pero destacaría el Monte Punta Lucero, donde siempre subo a evadirme. Tiene pasadizos subterráneos, cañones, trincheras, cuevas por explorar... una pasada.
¿Qué recorrido le das al Léon de Zierbena en profesionales? ¡Largo! Me gusta la bici de verdad y ambición no me falta.
La explosión tan temprana de Evenepoel eleva el listón. Su caso, como los de Pogacar o Bernal, muestra que el talento sale a relucir sin importar la edad. Por el momento, la pretemporada ha sido más exigente y ya he notado un cambio. He subido mi rendimiento de manera exponencial.
¿ Eres muy maniático? No, soy bastante de vida loca en ese sentido. Tengo cero manías.
Texto Miguel Ángel Chico Foto Photo Gomez Sport