Del esquí a la bicicleta
Hasta ahora, Lydia Iglesias utilizaba la bici como complemento y preparación, entrenamiento en sus largas pretemporadas en busca de ponerse a tono antes de que cayesen los primeros copos y la nieve lo cubriese todo, para subirse a los esquís y competir en la modalidad de esquí de fondo, deporte en el que llegó a ser campeona de España en la categoría de 7.5 kilómetros en 2018.
Pero Lydia, la chica de la sonrisa perenne como las nieves en las altas montañas por las que hasta ahora se deslizaba, da un giro de 360º a su vida y cambia los esquís por los pedales. En parte lo ha hecho por la insistencia de Iñigo Cuesta, después de haberse colgado algún que otro dorsal en carreras masculinas de categoría júnior. Ella, natural de Vielha, es la gran apuesta del técnico burgalés, que ha logrado convencerla porque "puede aprender mucho de nuestras veteranas y también aportar experiencias de lo que ha aprendido en el esquí". ¿Puede llegar a ser la versión femenina de Primoz Roglic y su pasado como saltador de esquí? Sólo el tiempo lo dirá. "Tanto el esquí como el ciclismo son deportes hermanos, de fondo, donde hay que luchar por la posición", afirma la catalana de 22 años, que reside en San Sebastián donde estudia enfermería.