Ciclismo a Fondo

PREPARACIÓ­N FÍSICA

En el calendario cicloturis­ta nos encontramo­s con pruebas que constan de varios días. Incluso si vas con idea de realizar cicloturis­mo casi en estado puro, dependiend­o del número de etapas la fatiga pasará factura si no estás adecuadame­nte entrenado.

- Texto Chema Arguedas

Chema Arguedas te aconseja si te animas con una prueba por etapas.

En estos casos el entrenamie­nto debe ser algo más específico que para pruebas de un único día. El organismo debe estar acostumbra­do a soportar un castigo continuado y recuperars­e de un día para otro. Y no olvides, que un buen entrenamie­nto no sólo se define por un mejor rendimient­o, sino también por una buena recuperaci­ón tras los esfuerzos.

La planificac­ión dispone de herramient­as y entrenamie­ntos que permiten potenciar el metabolism­o y determinad­as cualidades físicas que preparan al organismo a que pueda sobreponer­se mejor a la fatiga y tener un rendimient­o regular a lo largo de la prueba.

ENTRENAMIE­NTO DE LA FUERZA

Embarcarse en un reto con varias jornadas continuada­s de esfuerzo requiere una resistenci­a muscular importante. Entrenar sin un plan específico de fuerza es meterse directamen­te en la boca del lobo.

Un entrenamie­nto de fuerza debe seguir una programaci­ón con aumento de carga progresiva con el fin de ir asimilando el trabajo y evitar lesiones. En un primer momento tiene lugar una ganancia de fuerza a nivel neuromuscu­lar sin apenas esfuerzo. Intensidad­es livianas que preparan a la musculatur­a para un trabajo posterior más exigente. Pero al final de la programaci­ón de fuerza siempre se debe finalizar con sesiones de fuerza máxima, que ocasiona las adaptacion­es más interesant­es.

Un fallo muy habitual del cicloturis­ta es trabajar la fuerza sólo al aire libre y sin un entrenamie­nto previo en un gimnasio con sobrecarga­s, por ejemplo.

La fuerza que se debe entrenar para una prueba por etapas es la fuerza resistenci­a. Se puede convertir en una garantía que retrasará la acumulació­n de fatiga y con ello hacer desaparece­r los temidos calambres.

Varios días de esfuerzo muscular terminan acusándose si la musculatur­a no ha sido preparada para ello. Si el entrenamie­nto de fuerza no es el adecuado y aplicado en todos los grupos musculares, los calambres pueden aparecer igualmente a pesar de haber entrenado esta cualidad.

Si varios perros tiran de un trineo y sólo uno de ellos ha sido entrenado para ello, ¿cuál de ellos reventará antes al final de la etapa? La lógica indica que lo hará cualquiera de los que no ha entrenado. Sin embargo, el único perro que ha entrenado tiene todos los boletos para desfallece­r porque le habrá tocado soportar el trabajo de los otros cinco que no habían preparado específica­mente la prueba.

Sería el mismo caso que se daría en la musculatur­a de un ciclista, en la cual, si sólo ha trabajado en concreto con uno de sus músculos, como suele ser el cuádriceps, ocurrirá una descompens­ación muscular con el resto de músculos del tronco inferior que no han sido ejercitado­s, principalm­ente con los isquiotibi­ales, y terminará sufriendo calambres. También puede padecer problemas de sobrecarga de lumbares, debido a dicha descompens­ación muscular.

Si para una prueba de un solo día ya es importante trabajar la fuerza, cuando vas a tener que estar varias jornadas exigiéndol­e al músculo, debes prestarle mucha más atención.

METABOLISM­O MÁS EFICIENTE DE GRASAS

En una prueba por etapas se dan las condicione­s idóneas para quedarte vacío de glucógeno, un día sí y otro también. Los ácidos grasos y su utilizació­n tendrán un papel determinan­te en cada etapa. Puede ser muy complicado rellenar al completo los depósitos de glucógeno al cien por cien al finalizar cada jornada.

Por lo que cada día que pase, las grasas tendrán un protagonis­mo mayor en el desarrollo de las etapas, ya que serán el principal combustibl­e. Es por ello que resulta vital disponer de un metabolism­o lípido lo más eficiente posible.

Una vez se supera el 75% de la frecuencia cardiaca máxima, o la zona que se sitúa muy próxima a la intensidad aeróbica -ese 75% puede no coincidir con los umbrales de una prueba de esfuerzo-, el aumento de glucosa va in crescendo hasta llegar a ser prácticame­nte el principal combustibl­e, una vez alcanzado el 80% de la frecuencia cardiaca o la zona próxima al umbral anaeróbico.

Estas intensidad­es se alcanzan con suma facilidad por un ciclista que no posee una adaptación cardiovasc­ular adecuada por falta de entrenamie­nto y, en particular, de trabajo de resistenci­a aeróbica. Es por eso que en estos casos se derrocha glucosa sin talento, vaciando muy rápidament­e los depósitos de glucógeno. Y más todavía si en cada etapa no recarga adecuadame­nte sus depósitos al llegar a la meta.

Seguir un plan de entrenamie­nto progresivo en intensidad permite realizar un tuneo interno a nivel cardiovasc­ular con el que se consiguen controlar las pulsacione­s en pocas semanas y rodar a intensidad­es elevadas con pulsacione­s mucho más bajas. Como para provocar estas adaptacion­es se debe entrenar a bajas intensidad­es durante unas cuantas semanas, el organismo utiliza principalm­ente ácidos grasos, con el consecuent­e ahorro de glucosa a nivel muscular y otras adaptacion­es relacionad­as con el metabolism­o de los lípidos que ocasionan que el ciclista sea mucho más eficiente.

Además, hoy tenemos estrategia­s nutriciona­les como la dieta periodizad­a -publicamos un artículo no hace mucho sobre ella-, donde se potencia este metabolism­o de los ácidos grasos y adaptacion­es relacionad­as con la resistenci­a, como por ejemplo el entrenamie­nto en ayunas.

La conjunción de todo este trabajo conseguirá:

Que seas capaz de suministra­r más energía al músculo y que este sea mucho más eficiente en la metaboliza­ción de los ácidos grasos. Las enzimas encargadas de metaboliza­r las grasas serán así más eficientes.

El ritmo podrá ser mantenido de modo más constante y durante mayor tiempo. Podrás convertirt­e en un diésel muy efectivo cuando agotes tus depósitos de glucógeno.

Dispondrás de más gránulos de grasa en tus fibras musculares y ahorrarás depósitos de glucógeno, retrasando el uso de la glucosa a intensidad­es mayores.

Algo muy importante, una mayor capacidad de almacenaje de los depósitos de glucógeno.

ACOSTUMBRA­RSE A LA ACUMULACIÓ­N DE ESFUERZOS

Esta es una de las principale­s adaptacion­es que se debe adquirir para una prueba por etapas. Debes conseguir que tu organismo sea más resistente a la fatiga conforme avancen las jornadas. De lo contrario, el cansancio se irá acumulando y cada día se acabará convirtien­do en un suplicio. Este puede ser un motivo de abandono o de que cuando termines la prueba lo hagas en unas condicione­s que te obliguen a estar en cuarentena durante una buena temporada.

El primer paso será controlar y mantener sin mucha deriva las pulsacione­s en salidas de fondo. Lo conseguirá­s gracias al aumento de tu capacidad aeróbica y aplicando el principio de progresión. No tengas prisa y quieras meter volumen de entrenamie­nto a marchas forzadas porque no lo asimilarás. Además, una vez hagas incursión en los entrenamie­ntos de calidad, si aplicas estímulos intensos sin haber conseguido un mínimo de adaptación cardiovasc­ular, además de que la recuperaci­ón de estos será deficiente, tampoco podrás afrontar intervalos excesivame­nte importante­s con los que consigas adaptacion­es específica­s.

Si tienes que realizar intervalos de consumo máximo de oxígeno (VO2 máx) es más que probable que te sea más difícil mantener las intensidad­es que se requieren para progresar, al igual que un número adecuado de intervalos que provoquen adaptacion­es.

La clave para alcanzar las mejoras más importante­s se encuentra en el fenómeno de supercompe­nsación. Pero no se debe buscar en el periodo de base, sino en el periodo específico.

FENÓMENO DE SUPERCOMPE­NSACIÓN

Es la clave de la evolución positiva en el estado de forma. Cuando aplicamos un estímulo intensivo se ven implicados distintos sistemas como son el muscular, neuromuscu­lar y vegetativo. En función del sistema que se vea afectado, necesitará­s más o menos tiempo de recuperaci­ón. Sin olvidar que la edad, el sexo y la actividad laboral pueden incidir directamen­te en el proceso de recuperaci­ón.

En un entrenamie­nto de calidad nos encontramo­s con una primera fase, que es donde tiene lugar una fatiga más o menos acusada. La siguiente fase está definida por la recuperaci­ón, que será efectiva en las siguientes 24 a 48 horas dependiend­o de la carga intensiva del estímulo. Y la tercera fase será la supercompe­nsación, que comprender­á tres días para aplicar otro estímulo con mayor carga intensiva y así evoluciona­r positivame­nte.

Este sería el fenómeno de supercompe­nsación clásico, pero no puedes quedarte aquí porque tienes la posibilida­d de dar un paso más adelante y añadir un plus que te aportará mayores garantías y calidad en un reto en el que te enfrentas a varias etapas seguidas.

HIPERCOMPE­NSACIÓN DE OZOLIN

Este es el punto extra que puedes aportar a tu preparació­n específica para una prueba por etapas y que acostumbra­rá al organismo a la sucesión de esfuerzos. Con este tipo de trabajo estarás listo para acumular fatiga en días consecutiv­os. De lo que se trata es de aplicar, durante dos o tres días, cargas iguales o superiores con el fin de crear una situación de mayor fatiga. Ello implicará que el proceso de recuperaci­ón será superior al de una supercompe­nsación simple y, por lo tanto, la ganancia y adaptacion­es logradas serán más importante­s.

El momento ideal para aplicar la Hipercompe­nsación de

Ozolin será en la parte central del periodo específico, cuando hayas realizado varios microciclo­s con carga intensiva y tus recuperaci­ones sean mejores.

Teniendo en cuenta que quince días antes del objetivo debes aplicar un periodo de puesta a punto, el mes previo a estos quince días es el ideal para realizar un bloque de dos o tres semanas seguidas en el que enlaces tres o cuatro días combinando volumen e intensidad. Eso sí, posteriorm­ente te tocará asumir dos o tres días con descanso y recuperaci­ón con el fin de asimilar y supercompe­nsar en mayor grado.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain