EUSEBIO UNZUÉ
El mánager del Movistar se sentó a conversar con el director de CAF. 40 años de ciclismo le contemplan.
Detrás del Movistar Team hay cuarenta años de historia que sólo una persona ha vivido íntegramente desde dentro. Este navarro tranquilo es en la actualidad el máximo responsable del equipo y uno de los popes del ciclismo español, pero al hablar sobre el deporte que adora se olvida de su posición y de los éxitos alcanzados para entregarse a la conversación.
Cuentan de Eusebio Unzué que es capaz de estar haciendo su tarea en la oficina y con un ojo estar mirando en la televisión, por ejemplo, la Vuelta a Polonia, y llamar al técnico en carrera porque no le convence que el ciclista de turno pase -o no- a los relevos en la fuga. “No tanto -nos dice-, aunque hago un seguimiento, primero porque me encanta y luego porque es mi obligación, pero siempre con ánimo de colaborar con otro punto de vista y respetando a quien esté en la carrera, que es quien debe tomar las decisiones”.
Esta respuesta es un ejemplo del tono reposado y del discurso bien articulado del que hizo gala en los 67 minutos que duró el encuentro del que es fruto esta entrevista. 40 años en la brecha, muchos en compañía de José Miguel Echávarri y ahora en solitario al frente del Movistar Team, el equipo por excelencia del ciclismo español, que desgrana sin levantar la voz ni una sola vez, por polémico que sea el asunto por el que se le cuestione. Pasado, presente y futuro con el toque Unzué.
KAS, OCAÑA, FAGOR...
Soy una consecuencia del ciclismo de la época Kas, Ocaña, Fagor o la gente de Super Ser, a quienes admiraba y sigo admirando. Ellos fueron los culpables de que optase por este deporte. Competí tres años en las categorías cadete y juvenil que me sirvieron para comprobar los niveles de exigencia, dureza y sacrificio a los que obliga querer progresar en el ciclismo. Hablamos de 1971, 1972 y 1973, nada que ver con la época actual en la que muchos juveniles son más profesionales que los profesionales de entonces. Yo sólo quería disfrutar porque entrenaba poquísimo y lo compaginaba con el trabajo en el negocio familiar, la fabricación de piensos compuestos para animales, que era prioritario.
CÓMO CONSERVAR EL GUSANILLO
No se trata de ganarlo todo. Lucho para que todo el mundo que estamos alrededor del equipo tengamos la disposición de querer hacerlo lo mejor posible. Como contamos con gente de calidad que nos entrega su confianza conseguimos cosas importantes, aunque tampoco nos obsesiona. Nuestro método de trabajo es salir cada día a intentar ganar, pero sobre todo a ilusionar al grupo, a darle sentido a lo que estamos haciendo en la vida. El ciclismo es muy duro, pasamos muchos días y meses lejos de las familias. Y mira los auxiliares, con un montón de días de 18 horas cuando no de 20. Vivimos en un entorno con una exigencia exagerada. La ilusión por hacer las cosas bien y ese trabajo suelen tener recompensa y nosotros la hemos encontrado. Hemos sumado victorias prácticamente en cada tipo de carrera y protagonizado días de gloria en los
que sientes que provocas la gran ilusión del país, algo que internamente resulta muy reconfortante.
DOCUMENTAL 40 AÑOS DE CICLISMO'
‘ Al verlo había cosas que tenía totalmente desubicadas. Algunos momentos me parecían mucho más próximos de lo que podían ser 40, 30 o 20 años. No ha habido espacio en mi vida en el que haya estado liberado sin ciclismo. Es como ir echando al archivo anécdotas, circunstancias, grandes días, menos buenos y malos, que también los ha habido, como momentos muy desagradables. En ese cajón me cuesta distinguir lo que ha pasado hace 40, 35 o incluso 10 años, porque lo tengo todo archivado sin control. Con el documental refresqué mi gran fortuna de crecer al lado de Laguía, Arroyo, Julián (Gorospe), Perico (Delgado) o Anastasio Greciano. De todos ellos y lo que aportaban al equipo he ido tratando de aprender. Luego he tenido la suerte de estar al lado de un maestro como José Miguel (Echávarri), iniciando un reto muy interesante. Aquello que empieza de vamos a probar y aún dura, eh, aún dura.
Vasta experiencia. Tantos años en la brecha le permiten relativizar las cosas y mirarlas con una recomendable ironía.
SUPERVIVIENTE
De todos los directores de mi generación me quedo con muchas de sus grandes virtudes y no lo digo con ánimo de piropear. Tuve la oportunidad de conocer en mis inicios a Eusebio Vélez y a Barrutia. Recuerdo a Maximino
Pérez y a Esteban Fernández de la categoría amateur. Y cuando pasamos a profesionales, Mínguez, Rafa Carrasco, Miguel Moreno y luego Manolo (Saiz), que fue un innovador. El propio
Peter Post, Giancarlo Ferretti, Cyrille Guimard... Martinelli me gusta mucho de los actuales. Por aquello de estar cerca y ver lo que ocurría, me he impregnado un poco de todos ellos. Cada uno en su momento me reportó cosas muy interesantes. Y seguro que me dejo otros de los que me siento orgulloso de haber aprendido.
ECHÁVARRI Y EL TOQUE UNZUÉ
Recuerdo con cierta nostalgia a José Legarra, que era una especie de casi cura que me marcó en los inicios cuando corría, anécdotas muy interesantes de competiciones en Vitoria o Guipúzcoa, por donde nos movíamos de juveniles.
Senza Fine. El Giro de Italia 2019 que se anotó Richard Carapaz -en la imagen con Mikel Landa- es la 15ª gran vuelta en el palmarés de su equipo.
Me he encontrado muy cómodo de segundo, a lo mejor tengo menos iniciativas personales. José Miguel, en cambio, era un echado para delante, como se dice ahora, siempre con retos permanentes. He ido quedándome con las cosas buenas de todos y marcado por muchas de las experiencias vividas he logrado trazar mi personalidad. Compartir, como sucede en Movistar Team, una empresa de casi 90 personas donde vivimos de los éxitos de los dos equipos, después de la llegada en 2018 del grupo de las chicas, me ha permitido darles la motivación suficiente o plantearles esa especie de retos para ilusionar a nuestros corredores, a nuestro personal y por supuesto demostrar a nuestros sponsors que no se han equivocado eligiéndonos.
DESQUICIANTE TRANQUILIDAD
En estas cuatro décadas he cambiado según una evolución lógica. Sé que siempre he tenido lo que para algunos es una desquiciante tranquilidad para tomar determinadas decisiones. Soy partidario de contar hasta tres y hacer bueno lo de que las palabras están
mejor por decir. Luego ya llegará su momento. He sido reflexivo; me gusta que las cosas sucedan, dejarlas reposar y luego tomar una decisión. ¿Errores? No hay mejor manera de aprender que cometerlos. Es el camino para saber un poco más. Lo preocupante es repetirlos. No tengo una sensación de haber hecho cosas de las que me pueda arrepentir, en absoluto. Sí que hay ciertas decisiones que me hubiera gustado haber tomado antes de lo que lo hice. Quizá debí ser un poco más lanzado, pero siempre hice de la prudencia un compañero de viaje permanente.
MIGUEL INDURAIN
La figura de Miguel es la circunstancia que más ha pesado en nuestro histórico. Personalmente, crecimos juntos y tuve el privilegio de estar cerca de él toda su carrera profesional, 14 años extraordinarios, los dos primeros como amateur. Fuimos los afortunados en compartir con él un periodo increíble. El final nos hubiera gustado que hubiese sido de otra forma, sobre todo porque él se merecía algo mucho más grande. Miguel es así de sencillo, prefiere no sacar las cosas de una cierta normalidad. Aquella Vuelta a España entendimos que era una manera para que todo un país despidiera a su ídolo. Ocurrió así y no hay que darle más vueltas. Miguel ya venía coqueteando con el punto final a su carrera. El nivel de exigencia para alguien del que no se espera otra cosa que ganar, que pasa a ser la norma y no la excepción, es impresionante. Del 90 al 96 era alguien pensado para conseguir el Tour, el Tour y el Tour. Y lo logró.
REYNOLDS
Ahí nací y crecí. Adquirí mis primeras nociones en la bicicleta y después haciendo mis pinitos como director. Cuando comenzamos en el 80, Joselu Laguía era nuestra estrella. Luego llegaron los Arroyo, Julián o Perico. No eres consciente de la fortuna que significa empezar a crecer en una profesión en una estructura como Reynolds. Después, con José Miguel, iniciar una osada aventura al lado de hombres que en 3 o 4 años se convirtieron en referencias del ciclismo mundial. ¿Qué no sería Arroyo en los tiempos actuales? Al principio era como ellos, un poquito mayor, y aprendí del trabajo de los veteranos que José Miguel siempre procuró incluir en las plantillas para arropar a los jóvenes. Empecé a descubrir estrategias y vimos que podíamos aspirar a objetivos importantes. Muy pronto llegó el Tour. Íbamos asustados y casi nos venimos con el maillot a casa. Aquello marcó nuestros conceptos y surgió la idea de correr para optar a las clasificaciones generales individuales, el ADN de este equipo. Aunque en 40 años, además de 15 grandes vueltas, se han obtenido desde títulos olímpicos a campeonatos del mundo, récords de la hora y triunfos de etapa de todo tipo.
BANESTO, ILLES BALEARS, CAISSE...
Fue difícil dejar aquella familia de Irurzun y lo que supuso Reynolds, pero en 1989 el equipo crecía y necesitábamos ampliar presupuesto. Arrancó el ciclo Banesto donde tuvimos la fortuna de coincidir con don Martín Rivas y sobre todo el amigo Arturo Romaní, gran aficionado al ciclismo. En apenas quince días ya estábamos listos para empezar el Tour como Reynolds-Banesto. Fueron 15 temporadas impresionantes con todo lo que nos tocó vivir. El final del patrocinio de Banesto fue un momento muy difícil, pero por suerte el Gobierno balear nos brindó una colaboración clave para no abandonar este deporte. Luego llegaron los franceses de Caisse d’Epargne, que nos dieron estabilidad hasta que en 2010 atravesamos otra crisis de patrocinio.
MOVISTAR TEAM
Siempre estaremos agradecidos a Telefónica por su apoyo en uno de los momentos más difíciles del ciclismo, que coincidió con una coyuntura económica
complicada. Darnos esta oportunidad en 2011 nos ha permitido vivir el magnífico ciclo de nueve años que llevamos.
En esta etapa ya no estaba José Miguel y me costó al principio compaginar la responsabilidad del equipo con la obligación de estar cerca de la dirección técnica, que es lo que siempre me ha encantado. Hemos contado con la tranquilidad del respaldo de Telefónica y la suerte de asistir a la consolidación del gran Alejandro, complementada con la llegada de Nairo y la explosión de los nairitos latinoamericanos. En esta década con Movistar hemos tenido grandísimos momentos.
¿DESPRECIO A LAS CLÁSICAS?
Es verdad que nosotros no hemos tenido esa cultura. Probablemente haya sido uno de mis errores, no valorar más esa parte tan importante del ciclismo que son las clásicas del norte. Y más con la explosión de popularidad que han vivido los últimos años. Sin embargo, siempre hemos contado con corredores a los que les fascinan estas carreras. Imanol Erviti, Rojas, Nelson Oliveira, Andrey Amador o Flecha, que fue quien en su momento nos ayudó a darle mayor valor a estas pruebas. Admito que no las afrontábamos como un objetivo posible. El ejemplo de Flecha nos abrió el apetito sobre este tipo de carreras. El grupo de chavales jóvenes que acaba de llegar al equipo forma parte de una generación que da preferencia a las clásicas. Todos tendremos que dar un cambio o consolidar el que viene produciéndose estos años.
TOMA DE DECISIONES
Lo compartimos todo. Además es que necesito escuchar a los corredores, cómo perciben ellos lo que sucede en el pelotón. Y por supuesto, los directores, que son quienes están en el día a día. Tengo la suerte de trabajar rodeado de antiguos ciclistas. Todos, salvo Sciandri,
han pasado por el equipo y estamos en una sintonía parecida. Hay un proceso largo desde que cuelgan la bici hasta que dejan de sentirse condicionados por su mentalidad como corredores. Cuando han adquirido ese rol 100% de director son tipos con criterio, experiencia y olfato, que cada uno a su manera aporta cosas necesarias para que todo funcione lo mejor posible. A lo mejor yo incido un poco más al tomar la decisión final, pero me gusta saber lo que opinan todos.
LAS BAJAS
A ver... Las decisiones normalmente las he tomado yo, pero la mayoría consensuadas. Es fundamental conocer su punto de vista. No percibo el ciclismo como un profesional que se ha tirado 8, 10 o 15 años encima de la bicicleta y que con su perspectiva detecta situaciones desde el coche que a los demás se nos escapan. Por eso, cuando coges a gente para el puesto de director deportivo
optas por aquellos que como corredores ya captaban más cosas que el resto y encima disponen de la capacidad de enseñar. Personas que soportan vivir con la dureza que supone compartir tantos autobuses, habitaciones o mesas de restaurante, listos para elevar la moral o mantener el estado de ánimo que requiere el deporte. Todos son conscientes de la dificultad que entraña sostener una estructura ciclista. Te da mucha tranquilidad ver que se implican al 150%. Esa es una parte del éxito.
LAS CRÍTICAS
Si lo dices por las redes sociales, vivo alejado de ellas. Es inevitable estar un poco al tanto por lo que te cuentan, pero asumo que por ahí va la evolución de este deporte y forma parte de nuestro día a día. Trato de estar al margen de las críticas porque no quiero que me desestabilicen, aunque acepto que mucha gente no apruebe nuestra manera de actuar. Eso no me preocupa, lo inquietante será el día que dejemos de decepcionar. La indiferencia es bastante peor. Siempre hemos estado abiertos a sugerencias para hacer las cosas lo mejor posible. Por fortuna, también recibimos mensajes de personas que nos apuntan cuestiones muy interesantes y les estamos muy agradecidos por ello.
EL TRIDENTE
Cuando no sales con un líder definido es porque entre ellos no hay grandes diferencias, aunque tengas una idea de quién puede estar un poquito mejor. Hemos vivido dos años en los que entre Mikel, Nairo y Alejandro eran mínimas. Por un lado estaba Alejandro, que piensas que con casi 40 no puedes cargarle con ese peso, con esa responsabilidad, pero a un tipo que demuestra su regularidad permanente y que sigue rindiendo como un treintañero tampoco lo vas a convertir en un gregario. No. Partimos sin un líder claro porque no lo teníamos y estratégicamente podía ser una ventaja mientras la carrera no situase a cada uno en su sitio. Debíamos tirar para ver si en determinadas etapas podíamos aprovechar el valor táctico con uno o con otro. También te digo que salir con un único jefe de filas no le hubiera hecho andar más a ninguno de los tres.
NAIRO QUINTANA
Para ganar el Tour a Nairo le ha sobrado coincidir con un Froome como el que se ha encontrado. En 2013 o 2015, sobre todo este último, no era menos fuerte que él. Si tú como líder tienes que ir a por una gran vuelta ante corredores de distinto perfil, no hay ningún problema, pero cuando compartes un ciclo con alguien que sube prácticamente como tú y en la contrarreloj te saca tres o cuatro segundos por kilómetro porque es un gran especialista, como es el caso de Froome, ¿qué puedes hacer? Le estaremos agradecidos toda la vida por habernos hecho vivir en muchos momentos que esa opción existía y algún año estuvo muy cerca. Para un hombre como él, tan menudito, tiene un mérito enorme estar peleándose contra todo lo que se ha peleado.
LA (NO) RENOVACIÓN DE CARAPAZ
Lo único que puedo decir es que hemos hecho todo lo que hemos podido. Mi impresión es que ya estaba firmado desde el año anterior y nos contaban una cosa que no era. Me da mucha pena lo ocurrido porque Carapaz es un corredor que trajimos de Ecuador, tuvimos cuatro meses con Lizarte, esa misma temporada ya lo pasamos de
stagiaire y en tres años ha dado un salto de la pera. Sientes una satisfacción interior por su crecimiento y explosión. El Giro de Italia 2018 ya fue increíble y el siguiente, con su triunfo, pues es difícilmente mejorable. Hemos vivido un gran momento con él, pero por edad estaba llamado a ser parte de la columna
vertebral de este equipo y compartir objetivos con jóvenes como Marc (Soler) o Enric (Mas). Por desgracia no ha sido así y tuve la sensación de que no se nos dijo la verdad. Eso desencadenó una serie de decisiones que acabaron con nuestra relación profesional (con el representante Acquadro) rota. Como consecuencia de ello, salieron algunos corredores que me hubiera gustado que siguieran.
ALEJANDRO VALVERDE
Si tenemos la fortuna de poder continuar en esto, tenemos un acuerdo con Alejandro para integrarse en la estructura después de 2021. Sobre todo lo he hecho para que no empiece a sufrir el después del ciclismo siendo aún corredor. Las labores que vaya a desempeñar las iremos descubriendo sobre la marcha conforme vaya definiendo sus preferencias. Primero tendrá que dejar de ser corredor y ponerse a pensar si se ve como un ejecutivo de este deporte o si se centra en el desarrollo de su escuela y su Fundación, que es algo muy meritorio, en lo que se ha implicado, como sucede ahora con Alberto (Contador), y a mí me parece digno de aplauso. Antes, en 2021 se mantendrá pedaleando en el pelotón.
EL FUTURO/LA SUCESIÓN
Sinceramente, no pienso más que en encontrar la forma de continuar, darle nuevos motivos a Telefónica para que siga considerando nuestro deporte, y este equipo y lo que de alguna manera les generamos, interesante. Es verdad que la edad me va... acercando a ese punto. Tanto mi hijo Sebastián, al que todo esto le encanta, como mi hija Alejandra están dentro de la estructura. Si pueden ser ellos pues perfecto, pero al fin y al cabo muchos de los integrantes del equipo llevamos 25 o 30 años juntos. Tengo la responsabilidad y haré lo que esté a mi alcance para darle continuidad. Me gustaría contribuir a dejarlo en buenas manos, como pudo hacer en su día José Miguel. Animarles a perseverar y decirles que no hay ninguna duda de que sois capaces. Adelante. Y ese momento cada vez lo veo más próximo; está claro.