Hasta el infinito
Cuando sacamos la Turbo Creo SL de la caja y vimos el cambio trasero Shimano XTR Di2 pensamos que se habrían confundido. ¿Un cambio de bici de montaña? Luego vimos su único plato de 46 dientes y el enorme casete 11-42, con lo que se entiende la necesidad de utilizarlo para aportar rango de desarrollo de sobra para afrontar cualquier subida -es ligeramente más corto que 34x32-. Es posible utilizarlo con las manetas de carretera Dura-Ace gracias a las posibilidades de conexión de la tecnología E-Tube y, ya puestos, decidimos conectarlo al ordenador para configurar los pulsadores y dar uso a los de la maneta izquierda para subir piñones y dejar los de la derecha para bajar. Sí, al estilo SRAM.
GEOMETRÍA
Que esta Turbo Creo SL es una auténtica bici de carretera queda patente también en sus medidas, prácticamente calcadas a las de la gran fondo Roubaix, que a su vez ya sufrió una deportivización en su última renovación. La principal diferencia la encontramos en unas vainas algo más de un centímetro más largas, motivado por el espacio que ocupa el motor. Esto redunda en mayor longitud de ejes y, por tanto, mayor estabilidad. Para evitar que la bici tenga una conducción perezosa, la horquilla cuenta con un avance ligeramente superior que reduce el trail, consiguiendo dotar de viveza al tren delantero. La dirección, como corresponde a una gran fondo, es alta. Y más con el manillar Hover de doble altura. Sin embargo, esto nos permite, con uno convencional, lograr si queremos una posición totalmente deportiva.