El nuevo valor ruso
En un momento donde Rusia ha dejado de contar a nivel de estructuras World Tour tras la fusión de lo que quedaba del Katusha con Israel Cycling Academy, el ciclismo de este país parece renacer a nivel de grandes promesas con la ya conocida figura de Pavel Sivakov y, desde ahora también para el gran público, con Aleksandr Vlasov, presentado internacionalmente gracias a su convincente victoria en la meta de La Ciotat.
Nacido en la localidad báltica de Vyborg, la misma de la que curiosamente proceden figuras de la talla de Eugeni Berzin y Viatcheslav Ekimov, este ciclista de 23 años llegó en invierno al Astana después de un interesantísimo periplo como sub23: ganó el Giro Ciclistico d'Italia -antiguo Girobio-, fue campeón absoluto de su país y se mostró como un destacadísimo vueltómano, con ocho plazas de top10 en rondas por etapas disputadas en 2019. "Ataqué pensando en proteger a Lutsenko, pero nadie salió a por mí y lo di todo", declaraba en meta. Al día siguiente cedió el liderato ante Quintana, pero mostrando un nivel suficiente como para ocupar el segundo lugar de la general definitiva.