Diez medallas como diez soles
La selección española partió hacia Milton (Canadá) con buenas perspectivas, pero los ciclistas superaron incluso las mejores expectativas. Ya en la primera jornada se obtuvieron tres medallas y un título mundial. El infalible Alfonso Cabello volvió a firmar una actuación magistral en el kilómetro contrarreloj, rodando a 56,980 km/h para detener el crono en un sobresaliente registro de 1:03.180. El cordobés aventajó en más de dos segundos al estadounidense Murphy para lucir su sexto maillot arcoíris en la disciplina. La jornada se completó con la medalla de plata de Ricardo Ten en persecución C1 y la de bronce de Eduardo Santas en persecución C3. Ambos volvieron a pisar el podio al día siguiente, colgándose sendas medallas de bronce en sus respectivas clases en la prueba del kilómetro.
24 horas más tarde, nuestros representantes provocaron una auténtica lluvia de arcoíris, hasta tres, con la firma de Ricardo Ten -que conquistó 2- y Maurice Eckhard. El valenciano, muy vigilado, tuvo que esperar al sprint final para apuntarse el scratch, éxito que además le convirtió en el ganador del omnium. Especialmente emotiva fue la medalla de oro de Maurice Eckhard en el scratch de la categoría C2. "Lograr este maillot, después de tantos años luchando, es algo que aún no me creo", declaraba tan feliz como emocionado.
Para completar la decena de metales, Eduardo Santas añadió en la jornada de clausura dos bronces más -en scratch y omnium- a su espectacular cosecha de cuatro preseas. Un colofón brillante para el grupo dirigido por Félix García Casas, que se marchó del Mattamy National Cycling Centre de Milton con el deber cumplido.