TOUR COLOMBIA 2.1
En un Tour Colombia disputado en su integridad a más de 2.500 metros de altitud, Sergio Higuita se confirmó como un ciclista polivalente capaz de aspirar a todo. EF copó el podio y un resucitado Juan Sebastián Molano se llevó las tres etapas resueltas al
Egan Bernal no pudo con Higuita y el EF.
De la generación de jóvenes talentos que ha revolucionado en los últimos años el ciclismo -Bernal, Evenepoel, Pogacar, Van der Poel...-, uno de los más fascinantes es Sergio Higuita.
Con 22 años, el pequeño escalador de Medellín ya ha demostrado ser un ciclista a tener muy en cuenta tanto en las vueltas por etapas como en las pruebas de un día, gracias en este caso a una punta de velocidad impropia de alguien menudo y ligero como él -1,64 metros, 54 kg-. Esencia de clasicómano en un cuerpo de escalador.
Higuita tiene algo especial. Una clase innata que le hizo brillar en sus inicios con Manzana Postobón y en la Fundación Euskadi, y destacar como un veterano en su primera carrera World Tour con el EF Education First, un Tour de California que acabó segundo, mano a mano con Tadej Pogacar. La misma clase que le llevó a ganar a lo grande, en su primera grande, una de las más duras etapas de la última Vuelta a España, que acabó 14º. La misma que le permitió codearse con los mejores -Roglic, Woods, Mollema, Valverde...- en las clásicas otoñales Giro dell´Emilia y Tres Valles Varesinos, que finalizó 3º y 5º.
Ciclista total, Sergio Higuita apunta muy alto y lo está confirmando en 2020.
El 2 de febrero ganó el Campeonato de Colombia de ruta por delante de Egan Bernal, Daniel Martínez y Nairo Quintana, y días después se anotó con autoridad su primera prueba por etapas, un Tour Colombia con grandes nombres y disputado en su totalidad por encima
de los 2.500 metros. Con altura. Dando muestras de su solidez contra el reloj y en la montaña y de su explosivo final, que sacó a relucir en Santa Rosa de Viterbo ante rivales de la talla de Alaphilippe, Bernal, Carapaz o Daniel Felipe Martínez.
UNA CRE DECISIVA
La tercera edición del Tour Colombia discurrió por el departamento de Boyacá, Cundinamarca y los alrededores de Bogotá, y presentaba un atractivo cartel que reunía a los vigentes ganadores del Tour y del Giro, además de estrellas como Julian Alaphilippe, Bob Jungels, Fabio Aru, Daniel Felipe Martínez, Sergio Higuita, Esteban Chaves o un Rigoberto Urán que volvía a competir cinco meses después de su grave caída en la Vuelta a España.
Pero la carrera quedó condicionada sobremanera por lo que ocurrió en la etapa inaugural, una contrarreloj por equipos de 16,7 kilómetros en Tunja de la que no se esperaba que arrojara grandes diferencias. Pero las marcó un EF Pro Cycling que voló a 55,615 km/h. Menos Urán, que se descolgó a mitad de recorrido acusando la inactividad, sus otros cinco integrantes funcionaron como una máquina perfectamente engrasada, dando relevos precisos y potentes.
Jonathan Caicedo, primer líder, Daniel Martínez, Sergio Higuita y Tejay van Garderen marcaron un espectacular registro de 18:01. Lawson Craddock, que se dejó llevar en la recta de meta, llegó 9” más tarde. Aventajaron en 45” al Deceuninck-QuickStep de Alaphilippe y Jungels y en 46” al Team Ineos de Bernal y Carapaz. Fabio Aru quedaba a 1’00” y Esteban Chaves a 1’33”. Ventajas notables que colocaban de golpe a Higuita y Martínez como grandes favoritos para una carrera sin demasiada montaña.
Las dos siguientes etapas, con finales en Duitama y Sogamoso, presentaban perfiles idóneos para su resolución al sprint. Ahí vimos dominar a un Juan Sebastián Molano que volvía por sus fueros muy cerca de su Paipa natal, tras un 2019 marcado por las lesiones y el infortunio. El del UAE rompió su sequía de un año por partida triple, confirmándose como el mejor velocista de la ronda.
En la 2ª, tras un gran trabajo de su lanzador de lujo, Maxi Richeze, Molano
remontó con facilidad a Álvaro Hodeg (Deceuninck). El duelo de velocistas se repetiría al día siguiente en Sogamoso con idéntico ganador, esta vez por delante de Edwin Ávila y Hodeg, y con su hermano Julian David Molano en cuarta posición. El incombustible Óscar Sevilla -43 años- fue uno de los protagonistas de la jornada al meterse en varias fugas y rodar destacado muchos kilómetros.
EXPLOSIVO HIGUITA
Sergio Higuita empezó a cimentar su triunfo en la cuarta etapa, que presentaba un recorrido de media montaña con final nervioso en Santa Rosa de Viterbo, a cuya meta se llegaba tres kilómetros después de coronar el Alto Malterias, de 3 km al 5% de media. El Team Ineos tensó el ritmo en sus rampas, preludio del ataque furioso de Richard Carapaz. Pero el terreno no era lo suficientemente duro y el trabajo de Alaphilippe, Higuita y Martínez sofocó el intento. La etapa se decidió en un vibrante último kilómetro que picaba hacia arriba. Carapaz demarró de nuevo y cogió una ventaja que parecía decisiva. Pero se le hizo largo y se le echaron encima el francés del Deceuninck, Bernal y un Higuita que remató a todos con un final portentoso. El más rápido en una batalla de estrellas. Merced a las bonificaciones -10” para el ganador-, más algún segundo que picó con sus rivales, se hacía con el maillot naranja de líder sucediendo a su compañero Caicedo. Muy sólido toda la carrera, al de Medellín sólo le quedaba salvar el obstáculo del Alto El Verjón. Pero antes había de disputarse la quinta etapa, con meta en una entregada Zipaquirá, localidad natal de Egan Bernal y escenario del último duelo de sprinters.
El tercero, y tercera victoria para un imperial Molano. Esta vez en un final mucho más cerrado, casi de foto finish, con Hodeg y Jhonatan Restrepo.
El Tour Colombia se resolvería en la subida al Alto El Verjón, situado al
suroeste de Bogotá, un puerto que sin tener rampas excesivamente duras -9,5 kilómetros al 5,6%- se coronaba a 3.290 metros sobre el nivel del mar, por lo que la altitud aparecía como su principal amenaza.
VIBRA BOGOTÁ
Tras coronar el Alto Patios, a 26 km de meta, el pelotón daba caza a la fuga de ocho ciclistas, entre los que iban Hodeg, el Movistar Jorgenson y Fabio Duarte, quien aseguró la clasificación de la montaña. Desde ahí los ciclistas se lanzaron en un rápido descenso hasta Bogotá, donde se vivió uno de los momentos mágicos de la prueba: el recibimiento que una multitud enfervorecida dio a la carrera en el barrio de La Perseverancia. Banderas, globos con los colores de Colombia, gritos de ánimo y toda la pasión de un pueblo que ama este deporte.
El coraje del Team Ineos lo intentó todo para asaltar el liderato. En las rampas de El Verjón, Sebastian Henao y Jhonatan Narváez marcaron un ritmo exigente antes de dar paso a Richard Carapaz. Un ganador del Giro de Italia intentando dinamitar la carrera para su líder Bernal. Tras dejar el grupo en una docena de unidades, le tocó al campeón del Tour, quien aumentó el grado de exigencia.
Sus piernas aún no están al 100%, pero su espíritu de campeón le lleva a intentarlo siempre. Su ritmo y la altura hacían estragos, y de esta nueva vuelta de tuerca quedaron cinco hombres en cabeza: Bernal, Miguel Eduardo Flórez
-la última joya colombiana descubierta por Gianni Savio para su Androni- y los tres EF -Higuita, Martínez y Caicedo-, que aguantaban el envite. Sólidos, el maillot naranja de Higuita nunca corrió peligro.
Egan Bernal lo había dado todo y, agotado, no pudo responder al ataque de Dani Martínez en los últimos metros. Higuita salió tras su compañero pero no le disputó la victoria. Bernal y Flórez fueron tercero y cuarto, y Caicedo, algo más retrasado, mantuvo su tercera plaza de la general. Apoteosis del EF Pro Cycling, que copó el podio de un Tour Colombia que acabó con ocho ciclistas locales en el top10. Y en lo más alto, un Sergio Higuita dominador en todos los terrenos y que contó con el apoyo del mejor equipo. Un triunfo total.