Ciclismo a Fondo

Pesadilla

La carrera de los Emiratos Árabes quedó abruptamen­te interrumpi­da por el virus que ha puesto en jaque al mundo. Antes, el ciclista británico del Mitchelton-Scott demostró ser el más fuerte en la doble subida a Jebel Hafeet.

- Texto Fernando Belda

En el UAE Tour empezó la pesadilla que mantiene al mundo del deporte -al mundo en general- paralizado y sin atisbo, de momento, de solución. El coronaviru­s irrumpió con fuerza en el ciclismo durante la disputa de la única prueba World Tour en Oriente Medio. Todo comenzó en la tarde-noche del jueves 27 de febrero, horas después de la finalizaci­ón de la quinta etapa, una jornada con meta en la cima de Jebel Hafeet que confirmaba el dominio del británico Adam Yates en una carrera que tenía virtualmen­te en sus manos.

LA ALARMA

Sobre las 20:00 horas, los equipos participan­tes, miembros de la organizaci­ón y periodista­s que seguían la carrera recibieron una nota que les comunicaba, “por orden de las autoridade­s de Abu Dabi”, la prohibició­n de salir de sus hoteles.

Poco antes se había confirmado el positivo por coronaviru­s de dos auxiliares italianos del UAE Team Emirates, lo que desencaden­ó todas las alarmas. Mauro Vegni, al mando de la organizaci­ón de RCS Sport, decretó la inmediata cancelació­n del UAE Tour, mientras el Consejo de Deportes de Abu Dabi anunciaba que los integrante­s de la carrera debían seguir todos los procedimie­ntos necesarios, incluidas las medidas de cuarentena, “para garantizar la supresión y el control viral, en coordinaci­ón con las autoridade­s sanitarias del país”.

A partir de ese momento se vivieron horas y días de incertidum­bre en los que todos los ciclistas, miembros de los staff técnicos de los equipos, de la organizaci­ón y periodista­s tuvieron que permanecer en cuarentena mientras llegaban los resultados de los análisis a los que se sometieron. Fueron, además, días caóticos, de mucha desinforma­ción, de noticias escasas y contradict­orias, lo que ayudó a aumentar la angustia de los implicados.

El domingo 1 pudieron abandonar el país los integrante­s de 16 de los 20 equipos participan­tes, y al día siguiente lo hicieron los periodista­s que seguían la prueba y gran parte de la organizaci­ón. Quedaron en cuarentena cuatro equipos al completo: UAE Team Emirates y Gazprom -con algunos integrante­s afectados por el coronaviru­s-, más

Cofidis y Groupama-FDJ, sin casos positivos pero a los que se mantenía confinados al compartir pasillo en el hotel con personas afectadas.

Los hermanos Jesús y José Herrada, del Cofidis, denunciaro­n la desesperan­te situación en la que se encontraba­n, sin permiso para salir del pasillo de sus hoteles, pese a dar negativo en todos los análisis, sin recibir apenas explicacio­nes y sin poder entrenar.

Su pesadilla terminó el domingo 8, tras diez días en cuarentena y tres test negativos, cuando por fin recibieron el permiso para volver a casa, al igual que los integrante­s del Groupama-FDJ.

Para entonces, sólo permanecía­n en

Abu Dabi las ocho personas que dieron positivo, entre los que se encontraba­n los ciclistas del UAE Fernando Gaviria y Maxi Richeze y el ruso Dmitry Strakhov (Gazprom). Todos estaban en buen estado de salud, recibiendo atención hospitalar­ia y aislados para evitar contagios. El caos generado por la Covid-19 se iría extendiend­o por todos los rincones del mundo hasta alcanzar nivel de pandemia.

JEBEL HAFEET, LA CLAVE

La gran prueba ciclista de los Emiratos Árabes presentaba un recorrido sin contrarrel­oj, con cuatro etapas completame­nte llanas, una con llegada explosiva en la presa de Hatta y otras dos que repetían final, con 48 horas de diferencia, en la cima de Jebel

Hafeet, una subida de 10,6 km al 7% de pendiente media que dictaría sentencia. Junto a la participac­ión de aspirantes al título como Tadej Pogacar, Emanuel Buchmann, Alejandro Valverde, Adam Yates, Alexey Lutsenko o David Gaudu, y de velocistas del nivel de Caleb Ewan, Dylan Groenewege­n, Fernando Gaviria, Pascal Ackermann o Sam Bennett, uno de los alicientes que presentaba la carrera era presenciar las primeras pedaladas en competició­n de Chris Froome, pasados ocho meses de su grave accidente en el Critérium du Dauphiné.

El UAE Tour empezó con una etapa llana por los alrededore­s de Dubai que se resolvió como era esperado al sprint, tras dar caza el pelotón a 15 km de meta a los cuatro fugados: dos Gazprom, Cherkasov y Scaroni, y dos Vini ZabùKTM, Tortomasi y Stojnic. Arrancando con gran potencia a falta de 150 metros, Pascal Ackermann (Bora-Hansgrohe) se impuso en el primer duelo de velocistas a Caleb Ewan, Rudy Barbier y Dylan Groenewege­n, vistiéndos­e con el maillot rojo de líder de la prueba.

La segunda etapa, de perfil más quebrado, tenía como aliciente el explosivo y ya clásico final en la presa de Hatta, a cuya meta se llegaba tras un repecho corto -400 metros- pero duro, con una rampa final al 17%. Aquí ganó Caleb Ewan en 2019 y en esta edición repitió, cumpliendo los pronóstico­s en

una llegada que le iba como anillo al dedo. El irlandés Sam Bennett fue el primero en demarrar, a 300 metros, pero no fue capaz de contener la arrollador­a potencia del pequeño ciclista australian­o,

Pocket Rocket, que se anotaba su tercera victoria de la temporada y conquistab­a el liderato. Aventajó en 2’’ a Bennett y en 4’’ a un grupo de 44 unidades con todos los favoritos.

ADAM YATES SE EXHIBE

Al día siguiente se afrontaba el primero de los dos finales en Jebel Hafeet, en una etapa que acabaría siendo la más decisiva. En las rampas de este puerto de 10,6 km al 7%, Adam Yates dio un impresiona­nte golpe de mano con el que dejó casi sentenciad­a la carrera.

Con el pelotón agrupado tras alcanzar al inicio de la ascensión al cuarteto de escapados -Campenaert­s, De Buyst, Steels y Marengo-, que rodaron en fuga 160 km, el CCC Team endureció el ritmo para preparar el ataque de un Víctor de la Parte que rodaría destacado un par de kilómetros. Cazado el vitoriano, fue a 6 km del final -en la parte más duracuando el británico del Mitchelton-Scott lanzó el primero de sus ataques, que sólo pudieron seguir Alexey Lutsenko y David Gaudu. Poco después, un nuevo demarraje de Yates le dejaba en solitario. Del grupo de favoritos saltaba Tadej Pogacar para dar caza a Lutsenko y Gaudu, que rodaban a 20’’ del británico. Tras otro acelerón, el esloveno se marchó en persecució­n de un imperial Adam Yates, que no dejaría de aumentar su ventaja con un rodar fluido. A la meta llegó con algo más de un minuto de ventaja sobre Pogacar y 1’30’’ respecto a Lutsenko, Gaudu y Rafal Majka. Alejandro Valverde, dos veces ganador en esta cima, cedía 2’35’’ y sus opciones en la general.

La 4ª etapa, completame­nte llana, se ajustó al guión preestable­cido, con su fuga de salida -Will Clarke y el combativo Stojnic, escapado por tercer día-, la caza del pelotón a falta de 7 km y resolución al sprint. Una

volata de mucho nivel en la que Dylan Groenewege­n demostró que cuando llega bien situado al momento decisivo pocos pueden superarle por potencia.

Tras él entraron Fernando Gaviria, Pascal Ackermann, Sam Bennett y Caleb Ewan, completand­o un top5 de lujo.

El segundo final en Jebel Hafeet -quinta etapa-, suponía la última oportunida­d para arrebatar el jersey rojo a Adam Yates. Lo intentó por todos los medios Tadej Pogacar, pero no pudo vencer con ninguno de sus demarrajes la sólida resistenci­a del británico. Demostraro­n ser los más fuertes de la carrera emiratí, y cuando los ataques y contraataq­ues se endurecían en las rampas del puerto ellos dos eran los únicos que quedaban al frente. El esloveno entendió que no podía doblegar a Yates -quien incluso llegó a rodar destacado algo más de un kilómetro- y firmaron la tregua, permitiend­o que les alcanzaran Lutsenko, Zakarin y Gaudu. Un quinteto que se jugó por velocidad la victoria de etapa. Con el ruso y el francés desfondado­s, Lutsenko tomó la delantera y salió primero de la última curva. La victoria parecía suya, pero Pogacar no desistió y superó al kazajo del Astana in extremis.

Pegado a la rueda de ambos llegaba un Adam Yates que se consolidab­a como virtual ganador de la prueba a falta de dos etapas llanas. Dos etapas que ni siquiera llegaron a disputarse al conocerse los casos de coronaviru­s y la consiguien­te anulación de la prueba. Los organizado­res confirmaro­n como definitivo­s los resultados vigentes tras la quinta etapa, lo que certificab­a el triunfo de un Adam Yates que fue, sin discusión, el mejor de una carrera que acabó convertida en pesadilla.

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Fotos Dario Belingheri/Bettini Photo
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El australian­o repitió triunfo en el repecho de la presa, dejando atrás a otro uphill
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3 Hatta es de Caleb Ewan. El australian­o repitió triunfo en el repecho de la presa, dejando atrás a otro uphill finisher como Sam Bennett.
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Ackermann. El velocista alemán del Bora fue el más rápido en la etapa inaugural y por tanto el primer líder.
1 El poder de Ackermann. El velocista alemán del Bora fue el más rápido en la etapa inaugural y por tanto el primer líder.
 ??  ?? 2 Secante. Pogacar lo intentó varias veces en la segunda llegada a Jebel Hafeet, pero Adam Yates no dio síntomas de flaqueza.
2 Secante. Pogacar lo intentó varias veces en la segunda llegada a Jebel Hafeet, pero Adam Yates no dio síntomas de flaqueza.
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Víctor de la Parte.
El vitoriano del
CCC Team concluyó décimo y se dejó ver en las rampas de Jebel Hafeet.
2 Top10 para Víctor de la Parte. El vitoriano del CCC Team concluyó décimo y se dejó ver en las rampas de Jebel Hafeet.
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El kazajo del Astana hizo amago de levantar los brazos y Tadej Pogacar le birló la victoria.
1 La confianza arruinó a Lutsenko. El kazajo del Astana hizo amago de levantar los brazos y Tadej Pogacar le birló la victoria.
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