Desgaste
Cadena estirada. Con la ayuda del medidor de desgaste conoceremos en qué estado se encuentra la cadena. Si el testigo indica que está estirada, no debemos posponer el cambio o el casete y los platos sufrirán un desgaste prematuro.
Platos. Al igual que el casete, para saber si hay que cambiarlos o no también hay que fijarse en la zona superior de los dientes. Si no los reemplazamos a tiempo, la cadena puede saltar cuando aplicamos fuerza al pedalear, lo que podría provocarnos una caída.
Cables del cambio. En el punto de anclaje a la maneta los cables describen una curva muy cerrada que con el paso del tiempo los acaba deshilachando. Como precaución, tendremos que cambiarlos aproximadamente cada 5.000 kilómetros.
Calas de las zapatillas. Otro elemento que también sufre el desgaste y que debe ser sustituido cuando un espesor escaso lo aconseje. De lo contrario podría desengancharse el pie del pedal en momentos de máximo esfuerzo.