El mundo de Sofía
Pionera.
¿Quién te metió el gusanillo de la bicicleta? Me viene de familia. Mi padre y dos de mis tíos pedaleaban, pero fue cuando mi hermano mayor Emilio se aficionó a la bici el momento en el que quise probarlo. Él lo dejó en cadetes y pensaron que yo también desistiría, pero no...
¿Tenías algún ídolo ciclista cuando eras pequeña? Disfrutaba de la bici los martes y los jueves con el equipo de mi pueblo y no me fijaba en los profesionales. Mis únicos modelos eran los familiares.
Tres personas a las que les debes haber llegado hasta aquí. Mi madre Virtudes, mi padre Emilio y mi tío José.
¿Hay algún deporte relacionado con la bicicleta que no se te dé bien? Pedalear es lo mío, aunque siempre he sido muy deportista. En alguna época de descanso he jugado al pádel y me defendía. También he corrido y nadado, claro.
¿Eres buena estudiante? Soy muy ordenada y sacrificada. Curso entre 2º y 3º de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia. Es lo mismo que estudió Alicia González y por eso le pregunté cómo lo sacó ella adelante. Con esfuerzo y programación lo voy consiguiendo.
¿Cómo es Sofía Rodríguez como persona? Divertida. Me gusta pasármelo bien con mi familia, los amigos y las compañeras de equipo. Soy trabajadora y disciplinada cuando toca ponerse seria.
¿Te gusta ver ciclismo en la tele cuando no estás compitiendo? Sí. En el rodillo me pongo carreras de ciclocross que son más cortas y te permite ver una entera. Así me motivo.
¿En qué piensas cuando te metes en un sprint o cuando desciendes un puerto a toda velocidad? En nada. Si piensas en un sprint te vas para atrás. Tengo capacidad para concentrarme muy rápido y me centro en tratar de colocarme. Bajar me encanta.
¿Por dónde y con quién sueles entrenar? Hasta que comencé la universidad salía por Ontinyent con mi padre, mi tío, Fran -director del Sopela- y su hijo. Alba Teruel (Movistar Team), que vive cerca, se unía en ocasiones.
¿Cuál ha sido tu mejor momento encima de la bici? Desde cadetes he ido mejorando poco a poco y todos los años he sacado cosas positivas, pero me quedo con la primera temporada sub23. La motivación de llegar a un equipo como Sopela me sirvió de impulso.
¿Y el peor? Vivir entre semana en Valencia, lejos de casa, me obligó a entrenar sola y a cambiar las rutas habituales. Me costó un tiempo adaptarme, pero lo importante es salir reforzada del trance.
Una manía incurable. Coger la agenda los domingos y hacer un horario para toda la semana. Necesito esos cinco minutos para poner orden.